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«José Lezama Lima es ese misterio que nos acompaña». Con apoyo en esa frase puntual de la Dra. Ivette Fuentes de la Paz, directora de la revista Vivarium, quiero evocar la sagrada memoria del poeta, abogado, escritor, ensayista, crítico y periodista, José Lezama Lima (1910-2023).
Hablar de Lezama Lima es hablar de su obra cumbre: Paradiso, cuyas disímiles virtudes, que el lector puede descubrir en las páginas de ese antológico volumen, trascienden nuestro contexto cultural y llegan a todo el orbe literario.
Desde los más disímiles enfoques y posiciones doctrinales, los estudiosos e investigadores de su vida y obra han realizado un pormenorizado análisis crítico de Paradiso. Y, al mismo tiempo, han destacado los valiosos aportes del insigne intelectual habanero al desarrollo de la cultura cubana y de la cultura universal.
Los bien fundamentados criterios formulados por los especialistas cubanos y foráneos nos facilitan descubrir los valores éticos, estético-artísticos, culturales (incluidos los científicos y filosófico-antropogénicos), patrióticos, humanos y espirituales que hay en la vasta obra intelectual del autor de «Muerte de Narciso».
No existe la más mínima duda acerca del tesoro de sabiduría y espiritualidad que el lector puede encontrar, no solo en Paradiso, sino también en toda la actividad creadora de Lezama Lima.
Los hallazgos de investigaciones realizadas en torno a la estructura y el tempo psíquico en esa novela paradigmática, se basan en los indicadores fundamentales aportados por la Física Cuántica y el «mágico» mundo de las corcheas y las semicorcheas.
Para Lezama Lima, al igual que para José Martí, «la vida es poesía, música y color», mientras que —por otra parte— se trata de establecer un vínculo o nexo entre poesía y ciencia (incluida la filosofía), ya que una y otra ocupan un lugar común en el componente espiritual del inconsciente freudiano.
¡Mucha luz para el ánima noble y buena de José Lezama Lima, en el aniversario 123 de su natalicio!.
