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El béisbol siempre ha tenido una máxima: todo equipo que quiera avanzar en un torneo debe poseer lanzadores relevistas capacitados, con destaque para los cerradores.
Se dice que un pítcher abridor consiguió una labor positiva si tira al menos seis innings y deja el juego con ventaja -por muy efímera que sea- o empatado. De las tres restantes entradas, se encargan los rescatistas.
En la actual 63 Serie Nacional de Béisbol hay una fuerte pugna en el liderazgo de juegos salvados, encabezado por el derecho espirituano Yanielkis Duardo (6), quien ha realizado 13 salidas y suma también una victoria.
Sin embargo, a Duardo le acechan otros cinco apagafuegos con cinco salvamentos cada uno: su coequipero Yankiel Mauri, Yosmel Garcés (CMG), José Antonio Sánchez (HOL), Yadier Garay (IJV) y el artemiseño José Ángel García, líder histórico de juegos salvados en series nacionales.
Las repercusiones de estos trabajos monticulares -casi ninguno llega a tres entradas en un juego-, son dignas de reconocimiento.
Tan es así que el pinero Yaray ha intervenido en ocho de las 11 victorias de su equipo -tiene aplazada una subserie-, pues a esos cinco rescates se unen tres éxitos.
Duardo y Mauris, tal como ha sucedido en las últimas campañas, han intervenido en 12 de las 15 sonrisas espirituanas -Duardo suma un triunfo-, y el holguinero Sánchez lo ha hecho en siete de los 13 éxitos de los Cachorros.
De los equipos en que se ven enrolados estos seis relevistas, la mejor ubicación es para los Toros agramontinos de Garcés. Pero más allá de una visión resultadista, las palmas para ese sexteto de hombres, a quienes casi siempre les dan la Teammate 190 en situaciones embarazosas.
Llama poderosamente la atención que entre los primeros de la actual temporada no aparezca el cerrador tunero Alberto Pablo Civil, quien año tras año interviene en gran parte de las victorias de los Leñadores.
Ahora, el «paño de lágrimas» del mentor tunero Abeisy Pantoja exhibe tres puntos por juegos salvados, con cuatro éxitos y dos derrotas.
