María Dolores Ortiz pérdida irreparable para la educación superior y la cultura

La Dra. María Dolores Ortiz (1936-2023), profesora emérita de la Universidad de Ciencias Pedagógicas de La Habana «Enrique José Varona», y panelista fundadora del emblemático espacio televisivo Escriba y lea, partió hacia el espacio sideral, lleno de música, poesía, luz y color, a donde va a dormir el sueño eterno -en los amantísimos brazos del «Espíritu Universal», leitmotiv en la obra poético-literaria y periodística de José Martí- el ánima noble y buena de la distinguida intelectual cubana, que tanto prestigio les diera a la educación superior y a la cultura en la mayor isla de las Antillas y fuera de nuestras fronteras geográficas.

La ilustre educadora cubana era doctora en Filosofía y Letras y doctora en Ciencias Filológicas por la Universidad de La Habana, donde adquirió buena parte de la cultura general integral que la identificara, no solo en las aulas universitarias, donde enseñó y educó a disímiles profesionales de las ciencias pedagógicas y humanísticas, sino también ante los micrófonos de la televisión cubana, mientras integró el panel de profesores universitarios que participaran durante el tiempo que lleva en pantalla el gustado espacio Escriba y lea.

La Dra. María Dolores Ortiz era miembro de honor de la Asociación de Pedagogos de Cuba (APC) y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), entre otras instituciones nacionales y foráneas, y recibió en vida la Orden «Carlos Juan Finlay», el Premio Nacional de Pedagogía, el Premio Nacional de Televisión, así como la Distinción «Utilidad de la Virtud».

Escuchar las bien fundamentadas disertaciones de la Dra. Ortiz, tanto en el recinto académico, como en el espacio televisivo, donde fuera la única representante del sexo femenino que formara parte del panel de eminentes intelectuales cubanos, devenía una verdadera caricia al intelecto y el espíritu de discípulos, que la escuchaban en clase, así como de televidentes que sintonizaban el programa Escriba y lea, ya que su discurso no abrumaba con su caudal inagotable de conocimientos «anchos y lejanos, como la pampa argentina», ni a los estudiantes ni a los telespectadores.


Hace más de dos décadas, este cronista conoció personalmente a la Dra. Ortiz en el contexto de un cálido homenaje que se le tributara a la carismática artista Celina González (1929-2015), «La Reina de la Música Campesina», en el centrohabanero hotel Sevilla, donde por una omisión imperdonable del coordinador de dicho homenaje no fue convocada la prensa nacional ni extranjera, y en el que se reunió lo que más valía y brillaba de la intelectualidad cubana, y el único periodista que se encontraba presente era este escribidor para cubrir ese agasajo a la inolvidable Celina.

En ese entorno, me presentaron a la Dra. María Dolores Ortiz, con quien establecí una amena charla, en la que tratamos temas divinos y humanos, y que todavía conservo -con mucho cariño y afecto- en mi memoria poética. Su fluida conversación, delicada caricia a la mente y el alma del «soberano de la creación», era similar al susurro que hacen las aguas cristalinas que corren por los ríos subterráneos del espíritu humano. Fue una tarde-noche inolvidable, que quedará registrada para siempre en el componente espiritual de mi inconsciente freudiano.


¡Gloria eterna a la Dra. María Dolores Ortiz, quien puede mostrar al cielo, con legítimo orgullo, su inmensa obra pedagógica y humanística acabada!

Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

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