Melba Hernández, en la memoria de su pueblo

Hace 68 años, el 26 de Julio de 1953, un grupo de jóvenes guiados por Fidel Castro asaltaron los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, para iniciar el camino hacia la verdadera liberación de la patria, entre ellos estaba  Melba Hernández Rodríguez del Rey, quien con esa acción llevó a la practica la educación que  le inculcaron desde niña sus padres y su maestra Corina Rodríguez, en el pueblo cienfueguero de  Cruces donde nació el 28 de julio de 1921.

La  calle Padre de las Casas, a pesar de no ser céntrica es una de las  más conocidas de esa localidad, pero además tiene un valor especial  porque en la casa marcada con el número 307,  vivió la heroína del Moncada, la combatiente clandestina, la compañera de Haydee Santamaría, la  amiga y admiradora de Fidel, la inclaudicable defensora de los ideales de la Revolución, para todos esa es la Casa de Melba. 

Ese lugar pasó a la historia por lo grande que es Melba como mujer y combatiente, pero según la instigadora Mayra Pina, no fue en esa casa donde nació, pues sus padres iniciaron su vida familiar en la Calle Heredia y algunos años después  se mudaron para la de Padre Las Casas.

Pero Melba, reconoce como suya dicha vivienda,  porque el lugar le es íntimo, porque guarda sus mejores momentos infantiles, que les recuerdan  los cantos y risas infantiles, los juegos a las casitas con su prima Isabel y los libros preferidos de una niña  que vivió feliz con familiares y amigos en su amado pueblo.

Melba nació en un hogar muy acogedor, siempre llamó a sus padres mamaíta y papaíto, nunca los nombró de otra forma. Su infancia estuvo colmada de amor.

Cuentan los que la conocieron, que fue una niña muy inquieta y voluntariosa, que supo reconocer el significado que tuvo en su vida  las enseñanzas de su maestra Corina Rodríguez, quien había sido mensajera del general mambí Higinio Esquerra e irradiaba  sentimientos de libertad. Esas ideas influyeron en la formación de sus alumnos, entre los que estuvo Melba.

En la formación de la Heroína de la Republica de Cuba, estuvo la huella de sus padres Manuel y Elena quienes les trasmitieron  indestructibles  valores de amor por la justicia, la propia Melba contó sobre su relación familiar,  que la insatisfacción de aquella época , atraía a su hogar a muchas personas para escuchar las sabias opiniones de Manuel y debatir los problemas diversos que aquejaban al país, y estos debates, si bien se hacían con discreción para evitar ser sorprendido eran totalmente extensivos a su esposa y a su hija.
Por otra parte, su mamá  Elena nunca flaqueó en los momentos más difíciles. Ella educó a  Melba sobre la base de principios solidarios y humanistas, la que ha dicho que les agradecía el amor, la disciplina y la formación que le dieron y afirmó que desde que tuvo uso de razón, siempre los vio tan honrados y tan puros ellos eran su orgullo.

Cuentan los historiadores que la huelga del 9 de marzo de 1935 tuvo fuerte impacto  en Cruces y  Manuel, el padre de Melba, estuvo entre los principales participantes, siendo condenado a seis meses de prisión, que cumplió en la cárcel de Remedios; pero Durante ese tiempo las relaciones familiares se fortalecen.

Cuando Manuel regresó  a Cruces  no encontró trabajo, pues estaba señalado por su actividad revolucionaria, lo que motivó que marchara a la capital del país.

En la capital, Melba conoció  a los hermanos Haydee y Abel Santamaría. En su  humilde hogar habanero de  Jovellar 107 Fidel Castro y sus compañeros contaron también con apoyo para las labores conspirativas. Allí fueron confeccionados parte de los uniformes que usaron los asaltantes, similares a los usados por el Ejército del régimen

Melba junto con Haydée participó  en la ocupación del Hospital Civil Saturnino Lora de Santiago de Cuba, donde fueron detenidas  y conducidas al Cuartel Moncada,  presenciando allí los crímenes de los soldados batistianos que asesinaron a la mayoría de los prisioneros el 26 de julio de 1953 y en  los dos días siguientes.
Fue condenada a siete meses de prisión en la Cárcel de Mujeres de Guanajay,  al salir cumplió diversas tareas en la organización del Movimiento 26 de Julio en Cuba y en México, después se incorporó a la lucha en la Sierra Maestra.

Melba  fue protagonista de un  fuerte movimiento de lucha revolucionaria, pero nunca olvidó a sus compañeros de la infancia, en Cruces  realizó varias de sus actividades clandestinas, entre ellas imprimir La Historia me Absolverá y realizar otras acciones, incorporando a muchos  jóvenes a la lucha contra la dictadura.

Después del triunfo de la Revolución participó en la nacionalización de las compañías petroleras y ocupó la subdirección administrativa del Instituto Cubano del Petróleo, fundado en 1960. A partir de 1963 presidió el Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur, y fue embajadora en Hanoi desde enero de 1977 hasta diciembre de 1979. Durante esa etapa estuvo acreditada también como representante cubana en Kampuchea.

 Fue designada en 1967 miembro del Tribunal Internacional Rusel, que sesionó en Estocolmo y Copenhague; en 1970 participó en la Conferencia de Estocolmo sobre Vietnam. Como miembro de la Comisión de Investigación de los Crímenes de Guerra de Estados Unidos en Vietnam y otros países Indochinos, realizó una activa labor en los sesiones celebradas en Copenhague, Oslo, Versalles, Roma y Estocolmo.
Fue miembro del Secretariado del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos, y encabezó la representación cubana a los foros pacifistas mundiales reunidos en 1966 en Ginebra, 1967 en Hungría y 1972 en Chile.
Posteriormente, en 1980 ocupó la Secretaría General de la Organización de Solidaridad con los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL); en febrero de 1984 fue nombrada Vicepresidente del Banco Popular de Ahorro de Cuba y, en noviembre de ese mismo año, directora del Centro Cubano de Estudios de Asia y Oceanía.
Diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Melba realizó esas y otras tareas, pero no olvidó a su pueblo natal a pesar de las múltiples misiones que tuvo a partir del triunfo de la Revolución.  En  el año 2000 la Asamblea Municipal del Poder Popular, le otorgó la condición de: Hija Ilustre De Cruces; también la Asamblea Municipal de Cienfuegos la declaró hija ilustre de esa ciudad, oportunidad en que también recibió la honrosa condición Abelardo Crespo Arias y  le fue otorgada a Orlando Cortes Gallardo, quien había fallecido recientemente. 

En Cruces recuerdan con inmenso cariño a  Melba Hernández Rodríguez del Rey, la Heroína del Moncada, que nació en ese pueblo el 28 de julio de 1921.

Publicado Por: Manuel Varela Pérez

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