Melquiades Fundora y la Orquesta Sublime

En el contexto del aniversario 98 del natalicio del maestro Melquiades Fundora Dinas (1925-2009), flautista, arreglista, compositor y director orquestal, quiero evocar —a través de esta crónica— la memoria del «Sinsonte de Nueva Paz», como era conocido en el medio musical y fuera de él, por el sonido sui generis que le imprimía a su flauta de madera, de cinco llaves, la cual jamás sustituyó por la de sistema.

El ambiente sociofamiliar en que se desarrollara la niñez y adolescencia de quien sería eminente miembro fundador de la Asociación de Música de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), influyó —de manera decisiva— en su preferencia por dicha disciplina artística; por ende, cursó estudios musicales académicos en Nueva Paz, su pueblo natal, y en 1936, a los 11 años de edad, ya desempeñaba la función de instrumentista de la Banda Municipal; agrupación en la que tocaba el saxofón soprano.

En 1947, fundó —junto a sus hermanos Rolando y Guido— la orquesta Hermanos Fundora; agrupación charanguera que gozó de popularidad entre los bailadores, y alternó con las orquestas Polar, de Pedro Betancourt, y Cubanacán, de Alacranes.

En 1952, el maestro Melquiades Fundora se trasladó a la capital cubana con su inseparable flauta de madera, que es —según el ilustre instrumentista— «la que mejor identifica a la charanga por su sonido más compacto y redondo».

 En la hoy Ciudad Maravilla, se incorpora por poco tiempo a varias de las agrupaciones más populares en los años 50 de la anterior centuria: las orquestas de Pedro Calvo, Arcaño y sus Maravillas, del maestro Antonio Arcaño, y América, del maestro Ninón Mondéjar.

En 1953, integra —como miembro fundador— la charanga Modernista, que dirigía el bajista yumurino Gerardo Taylor. Su efímera duración, condicionó el hecho de que la mayoría de los músicos continuaran el camino hacia el nacimiento de una nueva agrupación.

Así las cosas, Melquiades Fundora, junto al maestro Santiago Borbón y otros, deciden crear —en 1956— la Orquesta Sublime, «la Pachanguera de Cuba», en la que se mantuvo durante 33 años hasta su jubilación, en 1989.

En la década de los 70 del pasado siglo, el maestro Melquiades Fundora fue invitado a participar en el proyecto discográfico Estrellas de Areíto, junto a cincuenta músicos de disímiles generaciones, con la dirección del empresario Raúl Diezmondé, de Costa de Marfil; producción discográfica grabada en los Estudios Areíto de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM).

Con la Sublime, realizó varias giras internacionales a Miami y Cayo Hueso, Estados Unidos, en 1959, al igual que a Veracruz, México, en 1999, así como a la Isla Gran Caimán, en 2001, países a donde llevó lo mejor de la música cubana, la auténtica, la verdadera.

En 1996, ante el reclamo del productor alemán Klaude Rohem, se reincorporó a la Sublime,y participó en la grabación del disco Sublime Havana, que contó con el peculiar timbre sonoro que le daba el veterano flautista a su charanga de ayer, de hoy…, y de siempre.

¡Gloria eterna a la memoria del maestro Melquiades Fundora Dinas en el aniversario 98 de su nacimiento!

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Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

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