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El Papa Francisco es, auténticamente, un hombre de paz. Para Su Santidad ningún tema es ajeno, sobre todo cuando se trata de la unidad de las naciones, la defensa de los valores y de la familia.
Por ello, este domingo, en un comentario tras concluir el rezo del Ángelus, desde la Ciudad del Vaticano, manifestó cercanía con el “querido pueblo cubano”, y el deseo de que Cuba construya una “sociedad cada vez más justa y fraterna, en diálogo y solidaridad”.
En medio del difícil escenario que vive la isla caribeña, marcado por la epidemia de la COVID-19, el recrudecimiento del bloqueo del gobierno de Estados Unidos y los intentos de los enemigos de la Revolución de provocar un estallido social -alentado por el terrorismo mediático- el Sumo Pontífice dedicó unas palabras de aliento al pueblo cubano.
El Sumo Pontífice consideró, además, que la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, “acompañará a los cubanos en este camino”.
En tiempos de pandemia, de conflictos bélicos y crisis económica a nivel internacional, el Papa Francisco también dirigió un mensaje esperanzador a otros pueblos que han sufrido en los últimos días los embates de fenómenos de la naturaleza, de violencia o de los propios impactos de la COVID-19.
Sin embargo, fue su alusión a Cuba el pronunciamiento que rápidamente se multiplicó en los medios digitales de comunicación y en las redes sociales.
El Sumo Pontífice visitó el país en septiembre de 2015. Unos meses después, en febrero de 2016, en un encuentro histórico que puso fin a un cisma de mil años, en La Habana se encontraron las máximas autoridades de la Iglesia Católica y de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Entonces, el Papa Francisco dijo que Cuba sería la Capital de la Unidad.
Por ello apostamos cada día, porque es un principio irrenunciable que data de más de sesenta años.
