El legado del Comandante en Jefe Fidel Castro, el compromiso con la generación histórica que trajo hasta aquí a la organización partidista del país, la defensa del carácter socialista de la Revolución y los retos que entraña este momento para los más jóvenes que heredarán la conducción del Partido Comunista de Cuba (PCC), marcaron la jornada inaugural del 8vo. Congreso.
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La sesión, presidida por el Primer Secretario del Comité Central del PCC, General de Ejército Raúl Castro, y con la presencia también del Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político, se realizó en el Palacio de las Convenciones con la participación de delgados de toda Cuba, y cumpliendo estrictamente las medidas sanitarias que impone la pandemia de la COVID-19.
Primero, la voz y la imagen de Fidel, en su intervención del 17 de diciembre de 1975, durante el Primer Congreso, ratificó la certeza de que el Partido Comunista sigue siendo el mismo, el que defiende la unidad del pueblo.
Luego, José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del PCC, dejó inaugurado el evento de la organización partidista con la convicción de que su militancia seguirá siendo fiel a las enseñanzas de Fidel y de Raúl.
Seguidamente, en medio de fuertes aplausos que reconocieron su lealtad, entrega y firme conducción, el General de Ejército Raúl Castro presentó el informe del 8vo. Congreso, un documento vital que devino exhaustivo recorrido por la situación económica, social y política del país, así como los retos que enfrentaremos en los próximos años.
Raúl aclaró que no estamos en tiempos normales, pero se decidió que era posible y necesario realizar esta importante reunión en la fecha prevista.
Al subrayar los incuestionables logros de Cuba en el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19, el General de Ejército aseguró que estos resultados hacen que crezca cada vez más su admiración por Fidel.
“Los resultados alcanzados son posible solo en una sociedad socialista, con un sistema de salud universal, gratuito, accesible y con profesionales competentes y comprometidos (…) La respuesta del país ante la COVID-19 se ha caracterizado por el aporte de los científicos y expertos en el desarrollo de investigaciones e innovaciones, con la intervención inmediatas de sus resultados dirigidos a la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de pacientes”.
Por otra parte, consideró que la economía cubana ha demostrado capacidad de resistencia frente a los obstáculos que representa el Bloqueo impuesto por Estados Unidos, lo que ha permitido preservar las principales conquistas de la Revolución.
Durante su discurso, Raúl se refirió también a la inquebrantable unidad que existe entre el pueblo cubano y su Partido único. Al adentrarse en el trabajo partidista, se refirió a la política de cuadros, un asunto que definió como estratégico por la importancia que tiene para el futuro de Cuba.
“La política de cuadros del Partido Comunista de Cuba deberá asegurar la cantera del mañana, en estrecha unión con las masas, con capacidad de movilizar, dialogar y ser resolutivos; elevar la sensibilidad política y humana, la responsabilidad, disciplina, exigencia y control haciendo uso de la dirección colectiva como único modo de encontrar las mejores soluciones a los problemas”.
Evaluó varios de los temas que marcan la agenda nacional, como la implementación de la Tarea Ordenamiento, así como otros asociados a la política exterior.
Subrayó que más allá de las diferencias con el gobierno de Estados Unidos, Cuba no abandona la posibilidad de un diálogo respetuoso, sin que se pretendan concesiones inherentes a nuestra soberanía e independencia.
Además, denunció la ofensiva imperialista contra los pueblos de la región latinoamericana y caribeña; en ese sentido, reiteró el apoyo de Cuba a las causas justas del continente y del mundo.
Finalmente, expresó su satisfacción por haber cumplido su tarea frente al Partido Comunista de Cuba, así como su confianza en el futuro de la Patria.
Continuaré militando como un combatiente revolucionario más, dispuesto a aportar mi modesta contribución hasta el final de la vida. Nada me obliga a esta decisión; creo fervientemente en la fuerza y en el valor del ejemplo, y en la comprensión de mis compatriotas. Y que nadie lo dude: que mientras viva estaré listo con el pie en el estribo para defender a la Patria, a la Revolución y al Socialismo”.
“Con más fuerzas que nunca gritemos ¡Viva Cuba Libre! ¡Viva Fidel! ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!”
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