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Desde la heroica ciudad de Santiago de Cuba, el General de Ejército y líder de la Revolución, Raúl Castro Ruz, ratificó que se mantiene con el pie en el estribo y listo para la carga al machete junto al pueblo, como un combatiente más contra el enemigo y nuestros propios errores, porque si grandes son los retos y dificultades actuales, mayor es la Revolución, informó la Agencia Cubana de Noticias.
En un emotivo discurso en el acto político-cultural por el aniversario 65 del triunfo revolucionario, realizado en el emblemático Parque Céspedes de esta urbe indómita, realizó un recorrido por la historia de aquellos días antes del triunfo del primero de enero de 1959, recordó la gloriosa noche y el papel que le asignó Fidel, Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, de quien rememoró frases y pensamientos.
Ante la presencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, otros dirigentes y más de mil santiagueros, en representación de todos los cubanos, Raúl se refirió a la importancia de la unidad como principal arma estratégica que le ha permitido a la nación salir adelante en los momentos más difíciles, y la necesidad de preservarla por el futuro de su pueblo.
Expresó su confianza en los jóvenes, los «pinos nuevos» de los que habló José Martí, para garantizar su cuidado, y afirmó que mientras mayores sean las dificultades y peligros, más exigencia y disciplina se requiere.
Convocó a los cuadros a no ser ingenuos ni triunfalistas, a evitar respuestas burocráticas, manifestaciones de insensibilidad y a encontrar tiempo para superarse.
El triunfo de hace 65 años significó para Cuba y los cubanos el concepto mismo de poder, cuando todo el pueblo se convirtió en protagonista de su destino, por eso tenemos que defender y llevar adelante esta Revolución de los humildes, con los humildes y para los humildes, afirmó.
No nos limitemos a resistir, vamos a salir de estas dificultades como lo hemos hecho siempre, combatiendo con la misma decisión de Baraguá, del Moncada, del Granma, de Girón y con las firmes convicciones que nos inculcó el Comandante en Jefe, lo que se traduce hoy en trabajar más y sobre todo hacerlo bien, es el compromiso y el mejor homenaje a los caídos, expresó.
Nuestro único camino es proseguir la lucha con optimismo y fe inclaudicable en la victoria, encontrar respuestas es un deber ineludible de todos los revolucionarios, dijo Raúl y solicitó al pueblo, en fecha tan significativa, sumarse de forma consciente y responsable a este empeño que hoy exige la Patria.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior ,fieles y seguros guardianes de las conquistas del socialismo, participarán decididamente y no renunciarán a continuar siendo junto al pueblo y el Partido el alma de la Revolución.
Manifestó que su mayor orgullo es haber estado junto a Fidel en cada momento de alegría, indignación o tristeza, y aprender de él a no perder la serenidad de la confianza en el triunfo a pesar de lo grandes que parezcan los obstáculos.
Fieles a sus enseñanzas y a su ejemplo, aquí estamos y estaremos junto al pueblo, seguros de que siempre retumbará en esta tierra el grito de ¡Viva Cuba Libre!, concluyó.
