Con la máxima martiana de prever, pues en ello está todo el arte de salvar, se inició este sábado en el país el Ejercicio Popular de las Acciones en Situaciones de Desastres, Meteoro 2023, encabezado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana; y el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Desde la sede del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, su jefe, el general de división Ramón Pardo Guerra, ratificó, en videoconferencia con los presidentes de los consejos de defensa provinciales y demás estructuras participantes, que el ejercicio, que se extenderá hasta este domingo, constituye actividad esencial para la preparación de los órganos de dirección y mando, y la población.
El 2022, aseguró Pardo Guerra, demostró que «continúa siendo sumamente importante desarrollar una gestión eficiente en la reducción de los riesgos de desastres asociados a los peligros de origen natural, tecnológico y sanitario, con énfasis en la prevención, lo que posibilita incrementar las capacidades para las acciones de respuesta y durante la recuperación y, con ello, minimizar las pérdidas de vidas humanas y económicas».
En este contexto, agregó, se ha reforzado el trabajo en pos del fortalecimiento de los sistemas de alerta temprana y del incremento de la eficiencia de la vigilancia, análisis y pronósticos de peligros, así como de la orientación a la población.
De acuerdo con el Jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, Meteoro 2023, en su edición 37, ofrece la posibilidad de evaluar, de forma objetiva, las vulnerabilidades, el aumento del grado de exposición de la población y los recursos económicos y naturales ante los peligros, e incrementar la calidad de los planes para hacer frente a situaciones de desastres.
Y justamente en la puntualización de esos planes, a partir de las limitaciones de recursos materiales que vive el país, es necesario prever, subrayó Díaz-Canel, un grupo de acciones de perfeccionamiento que permitan tener más alternativas para enfrentar cualquier fenómeno, con bajos niveles de reservas.
En ese sentido, insistió en definir lugares de evacuación que no detengan actividades principales, y llamó la atención sobre dos tareas que, en la preparación de las ciudades y comunidades, casi siempre se incumplen: la poda de árboles y la limpieza de tragantes.
A esas actividades hay que darles un seguimiento sistemático para evitar complejidades en el futuro, indicó el mandatario ante el auditorio, integrado, además, por los miembros del Buró Político Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro; Salvador Valdés Mesa, Vicepresidente de la República; Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido; el general de cuerpo de ejército Ramón Espinosa Martín, viceministro primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y el general de brigada José Amado Ricardo Guerra, secretario del Consejo de Ministros, así como por el vice primer ministro, Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y otros funcionarios.
Fortalecer la preparación de los órganos de dirección y del pueblo
A explicar el cronograma previsto para estos dos días estuvo orientada la intervención del coronel Argenis Perales Pérez, jefe del Departamento de Operaciones del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, quien mencionó, entre las actividades fundamentales, la puntualización del cumplimiento de los planes de reducción de riesgo de desastres, la generalización de las buenas experiencias, tras el enfrentamiento a la pandemia y otros eventos, unido al aseguramiento de las comunicaciones para mantener debidamente informada a la población.
Respecto al programa de este domingo, señaló la ejecución de acciones prácticas que permitan reducir vulnerabilidades, y nos pongan en mejores condiciones para enfrentar la temporada ciclónica, que abarca del 1ro. de junio al 30 de noviembre.
En la jornada, representantes de los Institutos de Meteorología y Recursos Hidráulicos, del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, así como del Ministerio de Salud Pública, alertaron sobre los peligros de desastres en Cuba y, en correspondencia con ello, abundaron en la preparación de los sistemas de vigilancia y enfrentamiento de estos organismos.
El director del Instituto de Meteorología, Celso Pazos Alberdi, dijo que, en 2023, se pronostica una temporada ciclónica de normal a poco activa, con la posibilidad de formación de 11 ciclones tropicales, de los cuales cinco podrían alcanzar la categoría de huracán.
Respecto a Cuba, específicamente, comentó que existe un 35 por ciento de probabilidades de que sea afectada por al menos un ciclón tropical con categoría de huracán. Mencionó, además, otros eventos hidrometeorológicos que pueden azotar a la Mayor de las Antillas como las tormentas locales severas, las lluvias intensas e inundaciones súbitas, por lo que resulta imprescindible mantener la comunicación constante con el pueblo.
Seguidamente, el director científico del Instituto de Meteorología, Antonio Vladimir Guevara Velazco, informó sobre el estado actual y perspectiva de la sequía meteorológica. El comportamiento de los acumulados de lluvia del mes pasado contribuyó a que, al cierre del trimestre febrero-abril, disminuyeran en el país un 42 por ciento de las áreas afectadas, respecto al trimestre enero–marzo de 2023.
No obstante, agregó, al finalizar el período poco lluvioso (noviembre 2022–abril 2023), el 68 por ciento del territorio nacional se encuentra impactado por sequía meteorológica.
A partir de esta situación y de los valores de precipitaciones pronosticados para el período lluvioso (mayo–octubre de 2023), recomendó seguir prestando atención al comportamiento de las lluvias, sobre todo en los municipios más afectados.
En concordancia con esa información, el director de Hidrología e Hidrogeología del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Argelio Fernández, apuntó que, al cierre del 10 de mayo, 92 embalses mostraban un llenado inferior al 25 por ciento de la capacidad, y 20 estaban en volumen muerto por déficit de escurrimiento. Y en el caso de las cuencas subterráneas, 76 presentaban un estado normal, 22 un comportamiento desfavorable y tres en categoría de críticas.
En medio de este escenario, convocó Díaz-Canel, urge potenciar las estrategias para enfrentar la sequía en cada territorio, con énfasis en la producción de alimentos resistentes a estas condiciones climatológicas.
Del comportamiento de la sismicidad y de reforzar la preparación del pueblo para hacer frente a estos desastres, mucho más difíciles de prever, también habló, en otro momento del encuentro, O´Leary González Matos, director del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas.
Teniendo en cuenta las estadísticas registradas, afirmó, la ocurrencia de un sismo fuerte al sur de la región suroriental de Cuba se mantiene latente en los próximos años, por lo que urge reducir las vulnerabilidades, especialmente de las construcciones.
Se debe prohibir, recalcó, el empleo de sistemas constructivos vulnerables en zonas de peligro sísmico; las viviendas que se fabriquen con materiales locales deben cumplir con los parámetros establecidos, y se debe evaluar el uso de modernas tecnologías que no solo mitigan el impacto de los terremotos sobre las estructuras, sino que, además, contribuyen al abaratamiento de los procesos inversionistas.
Y fue la actualización de la situación epidemiológica la que puso punto final al encuentro. La viceministra de Salud Pública, doctora Carilda Peña García, hizo hincapié, entre otras informaciones, en el incremento de las infecciones respiratorias agudas, y ofreció una actualización sobre el comportamiento de la COVID-19 en el país.
Tras su ponencia, el Presidente del Consejo de Defensa Nacional exhortó a cumplir de manera estricta todas las medidas establecidas, pues si bien Cuba mantiene el control de la enfermedad, no podemos permitirnos ni un solo descuido.
Fuente: Presidencia de Cuba
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