Esa antológica frase del maestro Eduardo Rosillo (1927-2014), parece haber sido la motivación fundamental que inspiró a la primerísima actriz y realizadora Edith Masola, guionista y directora del estelar espacio sabatino 23 y M, que sale al aire por el Canal CubaVisión de la televisión nacional, para evocar —por todo lo alto— el aniversario 25 de vida artístico-profesional del Ballet Lizt Alfonso Dance Cuba.
Ese popular programa estuvo dedicado —íntegramente— al cuarto de siglo de la fundación de la emblemática agrupación, y en su desarrollo, la conductora de 23 y M entrevistó no solo a la primera bailarina, maître y coreógrafa, Lizt Alfonso, sino también al maestro José Ramón Artigas, Premio Nacional de Televisión, al crítico y profesor Ismael Albelo, y al doctor Eusebio Leal Spengler (1942-2020), quienes hicieron una valoración —desde una óptica objetivo-subjetiva por excelencia— acerca de la fecunda trayectoria artístico-profesional protagonizada por el Ballet Lizt Alfonso… en estos 25 años, y los que están por venir.
Estuvieron presentes en ese cálido homenaje, las vocalistas que protagonizaran los aplaudidos espectáculos Vida y Amigas, así como el cantante y compositor David Blanco, entre otros artistas insulares.
La prensa local e internacional no ha escatimado elogios en calificar al Ballet Lizt Alfonso… como una de las mejores compañías de su tipo que se ha presentado —con éxito de público y de crítica— en varios países del orbe.
Los espectadores que aman el estilo fusión, cultivado por ese prestigioso colectivo músico-danzario— han ovacionado hasta el cansancio la impecable actuación de los bailarines, quienes —con su talento, disciplina, y organización en el proscenio— hechizan, embrujan, a los fieles admiradores con que cuenta la agrupación, tanto en el archipiélago cubano, como fuera de nuestras fronteras geográficas.
El Ballet Lizt Alfonso… ha exaltado a la cima de la montaña, no solo la cultura nacional, «escudo y espada de la nación cubana», al decir del Comandante Fidel Castro Ruz (1926-2016), sino también el estilo fusión, que identifica a la estelar compañía.
El dominio de la técnica académica y la interpretación teatral, la sensualidad que irradian por todos y cada uno de los poros del cuerpo y el alma, así como el gracejo criollo que los danzantes les imprimen a los movimientos físicos en que se estructura esa disciplina artística, y que son genuina expresión de la excelencia técnico-interpretativa que distingue al Ballet Lizt Alfonso.
Por otra parte, habría que destacar la integralidad artísticaque singulariza a los bailarines, ya que lo mismo interpretan un palo de flamenco, una danza española, una rumba, Patrimonio Intangible de la Humanidad, o un ritmo cuyas raíces hay que rastrearlas en el mestizaje afro-hispano que —según el doctor Eusebio Leal Spengler— nos particulariza como nación y como pueblo.
El Ballet Lizt Alfonso… hace vibrar de emoción al auditorio y a los colegas de la prensa que cubren sus funciones aquí y allá, porque sus integrantes —con la forma tan peculiar de interpretar el estilo fusión, y la manera en que se entregan en cuerpo, mente y alma al arte danzario— ¡son puro fuego!
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