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Dirigentes principales del gobierno cubano recorren comunidades e instituciones de la provincia de Granma, como parte de un estilo de trabajo caracterizado por el intercambio directo con el pueblo.
Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior, por ejemplo, intercambió este martes con trabajadores de ese sistema y con pobladores de zonas urbanas y rurales, entre estas últimas la comunidad de Victorino, intrincado sitio de la Sierra Maestra, perteneciente al municipio de Guisa.
En el barrio de El Horno, la titular del MINCIN se refirió a la necesidad de que la bodega del lugar establezca vínculos con campesinos de la zona para que entreguen leche fresca para niños y diabéticos, ante la carencia de leche en polvo importada.
Asimismo, Díaz Velázquez alertó que resultan altos precios de productos, en una provincia que se caracterizó por ser bajos, en relación con otros territorios, y llamó a fortalecer el encadenamiento con productores y aprovechar las potencialidades de cada lugar.
En Victorino, apreció la comercialización de útiles para el hogar y de otros recursos, cuya oferta sostenida evita a los residentes en ese sitio viajar a la cabecera municipal en busca de ellos.
También, conoció de la necesidad de equipos de refrigeración, a fin de ofertar durante más tiempo productos que requieren conservación en frío, como carnes de cerdo y carnero.
En El Raudal, entre Ortega y Victorino, y en Corralillo, más próximo al centro urbano de Guisa, Betsy Díaz Velázquez llamó a reanimar las bodegas, incluida la venta de productos gastronómicos e industriales.
Asimismo, Marta Wilson González, ministra-presidenta del Banco Central de Cuba, intercambió con trabajadores de ese sistema y beneficiarios de créditos, como agricultores del territorio, un sector vital para el país.
Hoy recorren sitios de sus sistemas en Granma, el ministro de la Industria Alimentaria, Manuel Santiago Sobrino Martínez, quien comenzó su recorrido por la Empresa de Productos Lacteos, en Bayamo y Julio Andrés García Pérez, presidente del Grupo AZCUBA, lo hizo por la empresa azucarera Enidio Díaz Machado, de Campechuela.
