“Queremos expresarle toda la voluntad que existe de seguir avanzando en las relaciones del Estado cubano con la Santa Sede, y también con la Iglesia Católica en Cuba”. De tal modo expresós el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al recibir en el Palacio de la Revolución al Eminentísimo Cardenal Beniamino Stella.
Al enviado del Papa Francisco –que por estos días ha vivido intensas jornadas a lo largo del país caribeño, y que llegó a la Isla en el contexto del aniversario 25 del viaje apostólico del Papa Juan Pablo II a la República de Cuba– el presidente Díaz-Canel habló de “seguir construyendo, con mutuo beneficio”, caminos para “la solución de las expectativas de ambas partes”; y enfatizó que “esta visita también va a aportar un momento muy particular a esa relación”.
Al referirse a la visita que 25 años atrás hiciera Su Santidad, Juan Pablo II, el presidente cubano valoró que ella “marcó mucho al pueblo cubano”. El dignatario compartió su valoración de que tal arribo “llevó a un momento distinto” en tanto “marcó un hito” en las relaciones entre la Santa Sede y el Estado cubano, entre la institución religiosa y el pueblo.
El primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba comentó al Cardenal Beniamino Stella haber tenido “una vivencia muy entrañable de la visita” del Sumo Pontífice hace 25 años: En la Ciudad de Santa Clara, rememoró, se dio permanente seguimiento a los detalles organizativos que garantizaron la misa que allí presidiera el Papa Juan Pablo II: “Aquella fue una misa hermosa y con mucha participación popular”, dijo.
Juan Pablo II –reflexionó el mandatario anfitrión– llegó a la Mayor de las Antillas “en un momento muy difícil, en un momento tan difícil como el que estamos viviendo ahora; y sin embargo pudo apreciar el talento del pueblo cubano, la generosidad del pueblo cubano, la solidaridad, y los valores morales”.
Díaz-Canel destacó el espíritu amistoso y la calidez que los cubanos mostraron entonces al jefe de Estado del Vaticano.
El encuentro de este miércoles en el Palacio de la Revolución tuvo como antesala el acto celebrado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana con motivo del aniversario 25 del viaje apostólico del Sumo Pontífice, Juan Pablo II, al país caribeño.
Sobre la conmemoración el dignatario cubano –que estuvo en dicho acto– comentó durante el diálogo con el Cardenal que la actividad fue hermosa, “en un lugar emblemático” por todo lo que entraña en símbolos y en homenajes al Padre Félix Varela, y porque en ese recinto estuvo y discursó, durante su visita a Cuba, el Papa Juan Pablo II.
Los cubanos –destacó el presidente Díaz-Canel– tenemos “un sano orgullo porque los últimos tres jefes de Estado del Vaticano han visitado nuestro país”. En su entender, cada uno de esos sucesos “han ido marcando momentos”. Para argumentar su idea recordó a Juan Pablo II y su emblemática petición de que Cuba se abriese al mundo, y que el mundo se abriese a Cuba; y no pasó por alto la crítica que hizo el Sumo Pontífice a las sanciones externas.
Después –enumeró Díaz-Canel Bermúdez– “nos visitó el Papa Benedicto XVI” ante cuyo fallecimiento, “con todo respeto”, el país declaró duelo oficial. Sobre este Jefe de Estado del Vaticano, el dignatario caribeño reconoció “que fue un Papa que también criticó las medidas coercitivas contra Cuba, que llegan desde el exterior”.
En alusión a la tercera visita de un Sumo Pontífice a la Isla, el presidente anfitrión mencionó al Papa Francisco, “con el que ha existido una relación de afecto”.
El mandatario destacó que existe una relación muy entrañable y muy estrecha, humana, de cercanía entre el Papa Francisco y el General de Ejército Raúl Castro. El Jefe de Estado del Vaticano –dijo Díaz-Canel– lo ha hecho público en varias de sus declaraciones.
Nosotros, subrayó en otro momento, coincidimos con el Papa Francisco en muchas de sus ideas; “sobre cómo eliminar las desigualdades, sobre cómo potenciar la justicia social; (sus ideas) contra la guerra, por la paz, de preocupación por el medio ambiente. Son temas que también compartimos y que seguimos”.
Sobre la trascendencia que reviste su visita a la Isla, el presidente cubano expresó al Eminentísimo Cardenal Beniamino Stella que su llegada “tiene una enorme significación en este contexto”, en tanto da continuidad a relaciones de más de ocho décadas, entre la Santa Sede y Cuba. “Yo creo que son relaciones que han mantenido una altura ética”, subrayó el dignatario, quien también calificó tal cercanía como de “relaciones de respeto, y estrechas”.
El mandatario anfitrión quiso aprovechar el intercambio para transmitir un afectuoso saludo, un reconocimiento al Papa Francisco, pues “el 13 de marzo se van a cumplir diez años del inicio de su pontificado, y queremos desearle salud y fuerzas para que pueda continuar con su labor que tanto apreciamos”. Igualmente agradeció por “la posición que ha tenido la Santa Sede, y en particular el Papa Francisco, de crítica al bloqueo” que el Gobierno de Estados Unidos aplica a Cuba.
En la misma línea de razonamiento destacó los esfuerzos desplegados por el actual Sumo Pontífice para “que haya un diálogo del gobierno de Estados Unidos con Cuba y que podamos resolver de manera civilizada las diferencias que tenemos”.
“Usted es bienvenido a Cuba; estamos muy satisfechos con los resultados de su visita”, declaró el mandatario anfitrión al Cardenal Beniamino Stella, quien seguidamente habló de “muchas emociones”, por todo lo vivido en estos días; resaltó las cercanía entre el Papa Francisco y Cuba –en especial la sostenida entre él y el General de Ejército, Raúl Castro Ruz–; y fue explícito en reconocer que “en estos momentos los obispos agradecen al presidente y al Gobierno cubanos muchos gestos que han tenido en estos años y en tiempos presentes”.
Acompañaron al distinguido visitante el Cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez, Arzobispo de La Habana; Monseñor Giampiero Gloder, Nuncio Apostólico; Monseñor Emilio Aranguren Echeverría, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba y Obispo de Holguín; así como el Reverendo Monseñor Przemyslaw August Lewinski, secretario de la Nunciatura.
Por la parte cubana se encontraban presentes Bruno Rodríguez Parrilla, miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, MINREX; Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de Atención a Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista; Rogelio Polanco Fuentes, jefe del Departamento Ideológico en el Comité Central del Partido; así como el viceministro de Relaciones Exteriores, Elio Rodríguez Perdomo; y Angel Villa Hernández, director a.i. de Asuntos Bilaterales del Minrex.
Fuente: Cubadebate
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