Aunque al difícil año 2021 muy pocas semanas le restan para llegar a su fin; ahora con el anuncio del tránsito hacia una nueva normalidad, las personas perciben un recomienzo para sus vidas en todos los ámbitos.
Los más de 19 meses de pico pandémico pusieron a prueba el esfuerzo humano de científicos, personal de la salud y el pueblo que nucleado en torno a ingentes tareas exigidas por el momento, no creyó en bloqueos y elevó a rango heroico el resultado que hoy se exhibe: desciende el número de contagios y el ciento por ciento de la población posible recibió al menos, una dosis de las vacunas.

Tal ha sido la intensidad y laboriosidad de los cubanos para llevar adelante por un lado la lucha contra la COVID 19 y, por el otro el imperioso desarrollo socio-económico con el objetivo de lograr la sostenibilidad del sistema de justicia social que nos hemos dado como país que, cabe la impresión de un reinicio total cuando en realidad y, es mejor afirmarlo así, lo que ocurre es la reapertura de varios servicios.
Con limitaciones, la vida fluyó; igual lo hizo la producción continua de bienes y servicios, la energía, las labores agrícolas en fin seguimos el ritmo incluso asumiendo con firmeza las amenazas e intentos de los grupúsculos de subvertir el orden interno de la nación bajo pretextos de exigir democracia en un país democrático.
El trayecto aunque arduo, permitió llevar a cabo disimiles proyectos para estos tiempos y los venideros de manera que la etapa pos COVID encontrara a la mayoría de los cubanos inmersos en el quehacer por sus aspiraciones que en su conjunto se materializan en los programas concebidos por el estado para toda la nación.

Entre algunos de esos proyectos, por ejemplo está, potenciar el sector turístico, motor impulsor de la economía, también para dinamizarla y perfeccionar la gestión de sus actores surgen las Micro, pequeñas y medianas empresas (MYPYMES) o Cooperativas No Agropecuarias que hasta la fecha rebasan las 160 a nivel nacional.
Asimismo, por la alta sensibilidad del tema, se ha vuelto la mirada y acción en los Planes de Transformación integral de los barrios con desventajas sociales garantizándoles mejorías en sus entornos y las condiciones de vida de sus habitantes para de ese modo avanzar sin fisuras en el camino de la consolidación del socialismo con la activa participación del pueblo, la base a la que hay que acudir como ha quedado demostrado aún en las circunstancias más difíciles.
Queda demostrado que para proseguir la marcha en aras de afianzar los principios que sustentan la sociedad socialista cubana y su proyecto programático resulta ineludible arrancar todos los días un pedazo a cada problema como expresara el presidente de la República, Miguel Díaz Canel y para ello es preciso interactuar con la sociedad, debatir con coherencia y argumentos aspectos que llevan aparejado la transformación del trabajo político ideológico liderado por el Partido Comunista, en labor conjunta con las organizaciones de masas en las diferentes instancias.
Comprender en verdad que cada uno de nosotros es protagonista de esta obra grande que es la Revolución, compromete y conduce a repensar el proceder individual, porque el nivel de aportaciones para con ella es de un valor incalculable y la responsabilidad histórica también lo es, en un escenario complejo que exige hoy más que nunca unidad.
