Foto: Mariela Michel Pérez
En los contextos del aniversario 55 del vil asesinato de que fuera víctima el comandante Ernesto Guevara de la Serna (1928-1967), en plena selva boliviana, y de la jornada nacional «Camilo-Che», la arquitecta peruana Imelda Chang Navarro, hermana del combatiente internacionalista Juan Pablo («Chino») Chang Navarro (1930-1967), visitó el museo guevariano «14 de Junio», que radica en la casa de los escritores y periodistas Adys Cupull y Froilán González, estudiosos de la vida y la obra del «Guerrillero Heroico».
En ese fraternal encuentro con la intelectual suramericana, se proyectó el documental «Semillas de Ñancahuasú. Peruanos en la guerrilla del Che», dedicado a evocar la memoria del integrante de la guerrilla guevariana, de los realizadores Leandro y Liván González-Cupull, y con la asesoría técnico-histórica de los principales artífices del museo guevariano «14 de Junio».
Dicho audiovisual registra —mediante imágenes de archivo— la breve pero fecunda existencia terrenal del «Chino» Chang, así como la trayectoria seguida en su vida política y revolucionaria hasta que fue salvajemente torturado y asesinado por los esbirros de la dictadura boliviana en el poder en la época socio-histórica en que se desarrolló —en la tupida selva de la nación andina— la tropa que jerarquizaba el invicto Comandante de América.
Con posterioridad, fue presentada la trilogía Peruanos en la guerrilla del Che, de los historiadores e investigadores Adys Cupull y Froilán González, quienes pesquisaron —«con afecto y respeto ternísimos», al decir del genio martiano— los antecedentes, así como las principales incidencias que propiciaron la incorporaron de los hermanos andinos a la mítica guerrilla guevariana, y que fueron ultimados por las fuerzas represivas del oprobioso régimen boliviano.
Por último, la arquitecta Imelda Chang Navarro relató detalles acerca de la leyenda revolucionaria escrita por su inolvidable hermano, cuyos restos mortales duermen el sueño eterno en el villaclareño Complejo Escultórico «Ernesto Che Guevara», hasta que se integró a la guerrilla y cayó en poder del ejército boliviano, que lo apresó, torturó y asesinó brutalmente sin entender —jamás lo entendieron— que «las ideas no se matan, porque son eternas como las piedras»; de ahí, que la efigie del comandante Ernesto Guevara de la Serna en «La Higuera», Valle Grande, hoy Estado Plurinacional de Bolivia, está esculpida en piedra, mientras que la artista cubana de la plástica Isabel Rodríguez («Casiguaya», su nombre artístico) reseñó el impacto que ha tenido la figura y trascendencia histórica del «Héroe de la Batalla de Santa Clara» en su prolífica producción pictórica. A ese encuentro con la intelectual andina, asistieron el Dr. Oscar Oramas, exembajador de la República de Cuba en la República Popular de Angola, representantes de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), y de la Sociedad Cultural «José Martí», así como familiares de combatientes internacionalistas insulares caídos, junto al «Che», en Bolivia.
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