Vuelve a mirar (+Vídeo)

Vuelve a mirar, con guión de los escritores Amílcar Salatti y Joel Infante, y dirección general del experimentado realizador Ernesto Fiallo, es el título de la telenovela, que salió al aire —en horario estelar— los lunes, miércoles y viernes por el Canal CubaVisión, para beneplácito de los amantes de tan polémico género audiovisual, aclamado por la mayoría de los telespectadores, y subestimado —o tenido a menos— por una insignificante minoría.

El elenco artístico está integrado por los primerísimos actores Paula Alí, Manuel Porto (1945-2021), su última, pero memorable actuación en la pequeña pantalla, Rubén Breñas, Osvaldo Rojas, Miriam Socarrás, Nieves Riovalles, Beatriz Viñas, Héctor Echemendía, Mandolín Álvarez, Francisco («Pancho») García, Omar Alí y Néstor Jiménez, así como por los carismáticos artistas Juan Carlos Roque Moreno, Tamara Castellanos, Ullik Anello, Alejandro Cuervo, Yerlín Pérez, Yudexi de la Torre, Raquel Rey, Roly Chiong, Delvis Fernández y Yoandry Aballe, entre otros no menos relevantes.

Entre los «pinos nuevos» habría que incluir a Roberto Salomón, Grisel Monzón, Yuni Bolaños, Joel Casanova, Arianna Delgado, Melisa Brouhgton y Armando Valdés («Chiala»), quien en esa puesta en pantalla perdió la espontaneidad y la frescura, que caracterizaran a un avispado adolescente, y que mostrara en el multilaureado filme Conducta, donde desempeña el papel protagónico, pero ganó en madurez artístico-profesional y en dominio de la técnica y el arte de laactuación.   

Vuelve a mirar es —en definitiva— una obra coral, donde intervienen más de 70 personajes, quienes tejen —con indiscutida profesionalidad— la trama principal, que gira en torno a las alegrías y tristezas, encuentros y desencuentros, buenos y malos momentos que afrontan las personas de la tercera edad, que viven, aman, crean y sueñan en la mayor isla de las Antillas, así como las subtramas que nutren dicho material audiovisual.  

Los fieles seguidores de esa telenovela pueden percibir no solo los valores éticos, patrióticos, humanos y espirituales en que se asienta la nación cubana,  sino también los contravalores que socavan las bases de nuestro sistema social, y por otra parte, alteran sensiblemente el equilibrio familiar: la prostitución, el proxenetismo, el machismo a ultranza, la infidelidad conyugal, la actividad ilícita o delincuencial, la traición, el chantaje o extorsión, la violencia física y psicológica, la intransigencia, los prejuicios de toda índole, las relaciones sexuales en la adolescencia (ciclo vital humano, en que la pareja no ha alcanzado la necesaria madurez psicosexual y emocional), el ocultamiento de la verdad, el silencio cómplice, la intromisión en las vidas ajenas como fuente de conflictos interpersonales, la sobreprotección materna y el abandono de los deberes paternales, entre otros que trascienden el estrecho contexto de una crónica periodística.

Dos palabras nada más en cuanto al desempeño de los actores consagrados en cuerpo, mente y alma a las artes escénicas insulares y de un poco más allá de nuestras fronteras geográficas, que cuentan con una impecable trayectoria artístico-profesional, y que cada vez que aparecen en pantalla le imparten al televidente una lección magistral, signada —fundamentalmente— por la eticidad, la sencillez, la humildad, «el amor y el respeto ternísimos» —al decir del genio martiano— al medio en que se desenvuelven. Dos ejemplos, que no admiten la más mínima discusión: Manuel Porto («Toñito») y Paula Alí («Nora»), aunque —sin duda alguna— hay muchos más, de los cuales nos sentimos muy orgullosos.

De los jóvenes actores, ¿qué habría que decir? Que han demostrado —con creces— que no solo dominan al pie de la letra los indicadores conceptuales, teórico-metodológicos y prácticos aprendidos en la academia, así como los valores éticos, ideo-estéticos, humanos y espirituales descubiertos en la interacción diaria con los profesores de la enseñanza artística media y superior, sino también que los saben aplicar con naturalidad, seguridad yoica y profesionalidad al complejo acto de la creación artística, ya que se encuentran en pleno proceso de crecimiento desde todo punto de vista.

El desarrollo de la acción dramática de la telenovela Vuelve a mirar ha hecho realidad tangible la máxima filosófica sustentada por el pensador heleno Annon: «la verdad llega cojeando, poco a poco, de la mano del tiempo».

Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

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