La Ley de Comunicación Social, aprobada el 25 de mayo en la Asamblea Nacional del Poder Popular, ha sido sometida a un proceso de revisión y corrección de estilo y está en manos del equipo de la Gaceta Oficial para ser publicada cuando sean aprobadas sus normas complementarias. Está lista y, próximamente, cuando ambos documentos se aprueben en el Consejo de Ministros, será publicada, según informó al X Pleno del Comité Nacional de la UPEC Onelio Castillo Corderí, vicepresidente del Instituto de Información y Comunicación Social (IICS).
Presentado por Alfonso Noya, presidente del IICS, Castillo Corderí rindió informe sobre la marcha del proceso a los miembros del Comité, en su última sesión en tanto su membresía actual culminará el 2 de noviembre, con el XI Congreso de la UPEC, para ser relevada por la elegida por los afiliados desde las delegaciones de base de todo el país.
Con la presencia de Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su departamento ideológico; Katia María Rodríguez, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, y Ricardo Ronquillo Bello y Tubal Páez Hernández, presidente nacional de la UPEC y Presidente de Honor de la organización, respectivamente, el pleno dio inicio con detalles sobre los cambios legislativos en torno a la comunicación, en particular la implementación de la Ley de Comunicación Social y la estructura y el funcionamiento del Instituto de Información y Comunicación Social.
En su exposición, Castillo Corderí explicó que el Decreto Ley 41, del 20 de julio 2021, estableció la creación del IICS, con la misión de conducir y controlar la política de comunicación del Gobierno y el Estado, proponer su perfeccionamiento y fomentar la cultura del diálogo y el consenso en la sociedad cubana.
El vicepresidente del Instituto destacó que esa entidad nace con 16 funciones estatales para erigirse en rectora de la política de comunicación y se diferencia del ya extinto Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) en que debe fomentar la cultura del diálogo y el consenso en función del carácter estratégico que tiene en la producción y reproducción ideológica de la sociedad.
Las principales acciones para establecerlo han sido la elaboración desde 2020 del cronograma por un grupo permanente de trabajo para crearlo aun cuando no estaba definido su nombre. Ese cronograma se actualizó en abril de 2023, cuando fue designado Alfonso Noya Martínez como su presidente. Desde entonces, se agilizó la creación de condiciones organizativas y el ordenamiento logístico, en medio de muy difíciles condiciones económicas del país.
Castillo informó que, a continuación, fueron nombrados los tres vicepresidentes, el consejo de dirección, la comisión de cuadro y el consejo de control y se creó el consejo técnico asesor. «La aprobación de la Ley de Comunicación Social dinamizó todo el proceso de gestación del Instituto. Se reevaluó el diseño estructural y la proyección estratégica del Instituto hasta 2026. Hay un camino de avance que se enriquecerá sobre la base de su planeación estratégica», precisó el ponente.
De igual modo, Castillo Corderí explicó que se ha trabajado en el completamiento de la plantilla de cargos —de los 224, ya están definidos 125— y 43 de los 70 cargos de cuadros fueron designados.
Otro puntal del proceso ha sido la apertura de la escuela ramal del Instituto, con la misión estratégica de educar para la comunicación, porque «se impone elevar la cultura comunicacional del pueblo con miras a que ejerza mejor sus derechos a la información y el conocimiento».
El avance incluye además la aprobación del manual de identidad visual del Instituto, la creación de las direcciones provinciales —faltan solo tres provincias: Matanzas, Pinar del Río y Santiago— y el establecimiento de las estructuras municipales para la información y la comunicación social en las demarcaciones. Camagüey, por ejemplo, ya tiene nombrados los jefes de la actividad en sus trece municipios.
El equipo rector ha recorrido ya 44 municipios del país y continúa haciéndolo al tiempo que se culminó el proceso de redacción de los dos cuerpos reglamentarios requeridos: el Reglamento de la Ley y el Reglamento específico para el ejercicio de la publicidad y del patrocinio.
El primero de ellos —explicó Castillo Corderí— es pequeño, con apenas 46 artículos, porque muchos de los previstos entraron directamente en la Ley, que tiene 107, y de los cuales solo 22 demandaban un desarrollo reglamentario.
En cambio, el Reglamento específico para el ejercicio de la publicidad y del patrocinio, que desde el principio despertó polémica, cuenta con 182 artículos que recogen las oportunidades de desarrollo de esas actividades en campos como el deporte, la industria del tabaco, bebidas, medicamentos, medios de comunicación de todo tipo… «Considera lo que pasa con ello en el mundo y lo que se puede hacer en Cuba, considerando la esencia de nuestro sistema social, con conocimiento sólido», señaló.
El vicepresidente del IICS insistió en que ambas actividades pueden hacerse en nuestros medios, pero acotó que aunque ningún documento está acabado, contribuirán sin dudas a elevar la capacidad de la ciudadanía a ejercer sus derechos comunicacionales.
Ante la preocupación de algunos colegas como Aixa Hevia, miembro saliente del Comité Nacional y de Pedro Arturo Rizo, presidente de la UPEC en Matanzas, sobre “la subordinación de la estructura del Instituto a las estructuras locales del Gobierno”, Alfonso Noya destacó que las estructuras dispuestas no tienen el propósito de regular el funcionamiento de los medios, una responsabilidad de sus propios directivos.
Desde esta perspectiva, Onelio Castillo distinguió que la Radio cuenta con 100 emisoras, 86 de las cuales son de subordinación territorial, una mediación que no ha determinado de manera negativa en un ejercicio periodístico de calidad.
“El Instituto -precisó Onelio Castillo- no surge para suplantar estructuras de dirección de los medios, sino que respalda la autoridad y la autonomía de los medios de comunicación”.
Con respecto a la gestión de la comunicación empresarial, el funcionario resaltó la urgencia de atender ese sector pues, “no puede existir un progreso de la empresa social socialista si no existe una transformación de su gestión comunicacional” y eso incluye la creación de estructuras de dirección y planeación de presupuestos específicos.
Para Belquis Pérez Cruz, vicepresidenta del IICS, se trata de entender a la Ley no solo en el ámbito mediático sino también en el comunitario y organizacional.
Rogelio Polanco Fuentes reconoció el trabajo desarrollado durante este tiempo para contar con el cuerpo jurídico de la Ley de Comunicación y sus respectivas normas complementarias.
“Estamos avanzando -expresó- en un proceso inédito de gran trascendencia política y normativa y garantizando que el nuevo Instituto cumpla con la misión de guiar la comunicación en el país”.
De acuerdo con Polanco, no se lograría el cometido fundamental de la Ley y de la transformación cultural de los procesos comunicativos si no se incluyen a los cuadros políticos con el propósito de avanzar en el consenso y el diálogo de la sociedad cubana.
“Ninguna ley, ni ninguna estructura garantizarán esos propósitos si no logramos cuadros con consciencia, preparación teórica y práctica para ejecutar los nuevos procesos”
Asimismo, agregó que “necesitamos una mejor y mayor capacidad de comunicación social para lograr un mayor acceso a la información objetiva y que el derecho ciudadano a la información se consolide cada vez más. La Ley de Comunicación Social, el Instituto de Información y Comunicación Social y el sistema normativo que se ha venido gestando es un espaldarazo político y jurídico para el fortalecimiento del sistema de comunicación frente a la guerra cognitiva que se la hace al país”.
El jefe del Departamento Ideológico enfatizó el rol fundamental de la UPEC y de su ejército de periodistas en el proceso de implementación de la Ley, lo cual constituye un avance sustancial con vistas al XI Congreso de la organización en noviembre próximo.
“Ahora lo importante -concluyó- es que contamos con una Ley, con un Instituto y con estructuras nacionales, territoriales y locales, fortalezas que deben aprovecharse para seguir logrando una mejor comunicación social. Corresponderá un esfuerzo grande de capacitación y el acompañamiento especial y riguroso Partido para que cumplan los objetivos trazados”.
El Congreso, los documentos, los colegas…
El vicepresidente nacional de la UPEC, Jorge Legañoa Alonso, presentó a los miembros del Comité Nacional el Programa del XI Congreso, que se realizará el 2 y 3 de noviembre, «dos días intensos en medio de las difíciles circunstancias económicas de crisis energética que vive el país».
Aunque el presidente, Ricardo Ronquillo, aclaró que es posible que se haga un ajuste a lo previsto para garantizar la presencia de importantes autoridades del país, sobre todo el último día, el proyecto prevé la apertura el 2 de noviembre, en el Palacio de las Convenciones.
Ese día será presentado el Comité Nacional electo para ejercer su mandato en el periodo 2023-2028 y se discutirán
la transformación del modelo de prensa en Cuba, la aprobación de los Estatutos y del Código de Ética, la elección de la Presidencia y el trabajo en comisiones para discutir sobre la prensa cubana en una sociedad en red, la superación profesional y la formación de periodistas y la UPEC del siglo XXI. De ser necesario, se llevará a cabo una segunda vuelta para la elección del presidente.
El 3 de noviembre se hará el primer Pleno del Comité Nacional, en el cual se elegirá la Comisión Nacional de Ética y el Jurado de los Premios Nacionales de Periodismo, se presentarán y someterá a debate el informe central del trabajo en el período 2018-2023 y las relatorías de las comisiones y se presentarán los «Patria y La doctrina de Martí», de Ibrahim Hidalgo, y «Anatomías del periodismo cubano», de Flor de Paz.
En la tarde de ese día la Presidencia electa desarrollará su primera reunión, tras la cual se aprobará el plan de acción para la etapa 2023-2028.
Al final del XI Congreso se entregará reconocimientos a colegas y cuadros de la UPEC y se presentarán los resultados de las elecciones de la Comisión Nacional de Ética y del Jurado de los Premios Nacionales de Periodismo, así como de la nueva Presidencia para los próximos cinco años.
Ante el XI Pleno, este jueves, Juan Calos Ramírez, director de Organización de la UPEC, presentó a los miembros del Comité Nacional las propuestas de modificaciones a los Estatutos y al Código de Ética, una facultad exclusiva del Congreso.
Según informó los Estatutos no requieren cambios, en tanto se ajustan perfectamente a la actual coyuntura, incluso a los cambios legales, reglamentarios y prácticos en la comunicación social. Solo fue propuesto modificar el artículo 33 y añadir otro que eleve el rango, de director económico administrativo a vicepresidente económico administrativo, al responsable de esa tarea en la UPEC nacional, que será designado para ello por el presidente de la organización.
Este camio no alteraría el número de miembros de la Presidencia nacional, pero apunta —como explicó Ricardo Ronquillo— a avanzar más en el desarrollo de una economía de la UPEC con menor dependencia de los presupuestos otorgados por el Estado.
A continuación, Pedro Rioseco, presidente del grupo asesor de la UPEC —que agrupa a jubilados de los medios nacionales y otros radicados en la capital— demandó a nombre de ese colectivo que se aproveche más el potencial de los periodistas de largo legado.
Rioseco recordó que la UPEC representa tanto a profesionales activos como a jubilados, pero remarcó las magras jubilaciones de quienes se retiraron antes de las reformas del ordenamiento monetario. Trasladó al Comité Nacional el mandato del grupo de insistir en la necesidad de elevar las pensiones de los periodistas que reciben menos de 2000 pesos mensuales luego de décadas de trabajo y de aportes a la Revolución, desde el periodismo.
El presidente del grupo asesor señaló que no pocos jubilados viven solos, en condiciones deprimentes, sin ayuda económica y con limitaciones diversas.
Al respecto, Ricardo Ronquillo respondió que la UPEC hizo un censo nacional de sus jubilados, que se presentó en una reunión de la Presidencia. La UPEC ha argumentado a la dirección de la Revolución para que, cuando haya posibilidad, los pensionados de la prensa tengan un tratamiento diferenciado.
«Hicimos una gestión en favor de un grupo de compañeros en peor situación para atender, en conjunto con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, diez casos complejos, por el momento. Coordinamos igualmente con comedores comunitarios para incluir a periodistas, y las primeras experiencias son positivas», añadió Ronquillo.
De igual modo, se aprobó conceder, de manera adicional a sus pensiones, 2400 pesos mensuales a los Premios Nacionales de Periodismo José Martí de todo el país.
Cada vez más provincias crean sus delegaciones de jubilados. Al respecto, Jorge Legañoa destacó la buena experiencia en la Casa Central de la Prensa, donde estos afiliados están organizados, en comunidad de intereses, con atención. «Si eso se hace en todas las provincias, donde haya condiciones, será positivo», dijo.
Legañoa recordó que el pago a los Premios José Martí forma parte también de una mirada de la UPEC al programa de atención a personalidades del Ministerio de Cultura, que antes solo consideraba a dos periodistas. Ahora se adelantan trabajos en la cultura, la prensa y otros sectores para perfeccionar esta atención a figuras de trayectoria meritoria. «Tenemos —precisó— la oportunidad de trabajar mejor con nuestros jubilados. No están detenidos, no están olvidados y tienen un protagonismo en la organización».
A continuación, el destacado periodista Roger Ricardo Luis afirmó que es lamentable que los corresponsales de guerra tengan tratamiento diferente en dependencia de bajo qué tipo de institución o subordinación de medios estos profesionales cumplieron sus misiones.
Dando seguimiento al orden del día, Juan Carlos Ramírez director de Organización de la UPEC informó que el texto del Código de Ética se mantiene coherente con los últimos acontecimientos normativos en el país, cuya aprobación final será otra de las tareas dispuestas para el XI Congreso.
Posteriormente, Rosa Miriam Elizalde, vicepresidenta primera de la UPEC, presentó el plan de acción para el periodo de 2023 al 2028.
Según la directiva, el próximo mandato estará guiado por tres ejes fundamentales: el nuevo modelo de prensa pública para el socialismo cubano, la nueva cultura nacional para nuestro socialismo y la nueva UPEC del siglo XXI, cuyo cambio está condicionado por la revolución tecnológica y la reestructuración del modelo socialista nacional.
Ricardo Ronquillo presentó el informe de trabajo desarrollado en el periodo de 2018 a 2023, el cual estuvo marcado por varios fenómenos: Cuba se convirtió en una sociedad en red a la par del despliegue de numerosos intentos de golpes políticos comunicacionales y del agravamiento de la crisis estructural de los medios de comunicación y de prensa.
“A pesar de la difícil situación del país, no nos hemos detenido”, subrayó.
Siguiendo la ruta de las estrategias, el presidente de la UPEC mencionó las preguntas centrales que han protagonizado el trabajo de la actual presidencia y que giraron en torno al tipo de organización necesaria en medio de una transformación profunda del modelo socialista del país y a cómo la UPEC contribuyó al impulso de la política de comunicación y al enfrentamiento de la crisis estructural del sistema de comunicación y de medios.
Las posibles respuestas a esas preguntas se abrieron en la planeación de distintos proyectos con sus objetivos claramente definidos y una visión integradora de los diversos departamentos y ejecutivos de la organización.
Durante el Pleno fueron reconocidos los siguientes miembos salientes del Comité Nacional: Aixa Hevia González, Arleen Rodríguez Derivet, Roger Ricardo Luis, Wilmer Rodríguez Fernández, Thalía González Pérez, Yosley Carrero Chávez, Angélica Paredes López.
Contribución y sacrificio de todo un gremio
Rogelio Polanco destacó en la clausura del X Pleno del Comité Nacional de la UPEC la importancia del contexto en que se ha desarrollado el mandato entre los décimo y onceno congresos de la organización.
«El contexto no podía ser más desafiante, con el imperialismo en su intento de asfixiar la Revolución Cubana», dijo antes de elogiar que, pese a ello, tenemos Ley de Comunicación, normas complementarias, Instituto de Información y Comunicación Social, experimentos de modelos de gestión, colegios universitarios para la carrera y el Coloquio Internacional Patria.
Además, informó que pronto tendremos la reactivación del crédito internacional para el aseguramiento material de los medios de prensa cubanos.
«No hay acción política sin comunicación social, pero tenemos que lograr que todos lo que hagamos la facilite, que el periodismo llegue con calidad a todas las audiencias y que lo recogido en la Ley de Comunicación y lo que llevemos al XI Congreso sea implementado», sostuvo.
Polanco Fuentes convocó a la conciencia de todos los actores de la comunicación social para avanzar en una transformación real, esencial para el desarrollo de nuestro socialismo.
«Es meritorio el aporte, la contribución y el sacrificio de todo un gremio de ha enfrentado colosales desafíos y grandes dificultades. Podemos comenzar esa transformación porque hemos resistido y logrado el consenso necesario, reconoció el dirigente político.
Durante el pleno del actual Comité Nacional, la Presidencia hizo reconocimientos a miembros que terminan su mandato en esa estructura. Roger Ricardo Luis, Angélica Paredes López, Wilmer Rodríguez Fernández, Thalía González Pérez, Arleen Rodríguez Derivet, Yosley Carrero y Karina Marrón González recibieron agasajo, igual que las colegas Aixa Hevia y Bárbara Doval, quienes fueron incluso vicepresidentas de la organización y, por su destacada labor, recibieron la Moneda Conmemorativa Aniversario 60 de la UPEC.
Fuente: Cubaperiodistas
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