Día de la Medicina Latinoamericana

El 3 de diciembre se celebra, en todo el archipiélago cubano, el Día de la Medicina Latinoamericana, para evocar la fecha del natalicio del insigne doctor Carlos Juan Finlay (1833-1915), descubrir del agente transmisor de la fiebre amarilla.

Por otra parte, quiero dedicar esta crónica a tres gigantes de la medicina cubana contemporánea: a los comandantes, doctores Fidel Castro Ruz (1926-2016), Ernesto Guevara de la Serna (1928-1967), y Eduardo Bernabé Ordaz Ducungé (1921-2006), director fundador del Hospital Psiquiátrico de La Habana. Tres artífices de la profesión hipocrática, la cual percibían —desde sus respectivas ópticas— como fuente nutricia de ética, humanismo, patriotismo y espiritualidad.

Al  líder histórico de la Revolución, por haber diseñado —con apoyo en las concepciones científicas y ético-humanistas sustentadas en vida— uno de los mejores servicios de salud, a escala internacional; sistema elogiado —en reiteradas ocasiones— por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de Salud (OPS), así como por las más prestigiosas instituciones biomédicas del orbe.

Al Guerrillero Heroico por las notables contribuciones a la medicina de campaña, en la Sierra Maestra, en la Sierra del Escambray, y en la selva boliviana, donde ofrendó su preciosa vida por la independencia de esa hermana nación andina.

Y al doctor Bernabé Ordaz, único cubano propuesto a dos Premios Nobel: el de Medicina y el de la Paz, por haber convertido el otrora infierno dantesco en un verdadero paraíso terrenal para los pacientes con afecciones mentales de larga evolución, los más marginados y humillados en todas partes del planeta.  

Por lo tanto, no solo les deseamos gloria eterna a la memoria de Fidel, Che y Ordaz, sino también felicitamos a todos los colegas que ejercen la medicina, tanto en nuestra plataforma insular, como en cualquier otro país, donde el ejército de batas blancas, cuyos integrantes —según el eterno Guerrillero del Tiempo— «son más que médicos», ya que no solo tratan las enfermedades del cuerpo, sino también las dolencias que afectan el alma, porque el hombre integra una unidad bio-psico-socio-cultural y espiritual indivisible.

  

 

Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

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