El amor a la tierra de una familia con fuerte tradición de producir

De una a otra generación, durante casi 30 años, se ha transmitido el amor a la tierra de una familia con fuerte tradición de producir cultivos varios y frutales, en la provincia de Cienfuegos.

Bautizada con el apellido familiar, la finca Los Guerra sentó tradición desde hace tres décadas, cuando el abuelo Rafael y su hermano Roberto unieron hombros para plantar los primeros sembrados de piña en la planicie, perteneciente al municipio cienfueguero de Abreu.

El viejo Rafael tuvo tres hijos, dos de ellos dieron continuidad a la producción en el campo, y sobre todo a alargar la historia de la llamada Reina de las Frutas, cuya variedad Española roja, merece todo el respeto en aquel feudo.

Danilo Guerra es el hijo mayor, y quien lleva ahora la dirección del patrimonio familiar, junto a su hermano menor Luís.

En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias contó que allí empezó su padre a cultivar caña, pero después paulatinamente redujo esos cañaverales y el área la plantó toda de piña.

Luego se unieron al movimiento de los mil quintales de plátano, y aunque su padre falleció hace 10 años, continuaron con la ampliación del patrimonio, con siembras de otras viandas y hortalizas para el consumo familiar, así como fruta bomba y mango, entre otros renglones.

Tengo la costumbre de mi viejo de ir todos los días al campo, de dedicarle tiempo al sembrado, en eso no lo hemos desfraudado, explicó el jefe de finca.

» Tengo dos hijos que siguieron la tradición, y soy felíz porque logré traerlos para el campo, -que casi nadie lo consigue-, y eso que estudiaron y se formaron como técnicos medios en instrumentación y control uno y el otro en maquinaria, y ya tienen sus plantaciones de piña y de lima persa».

Yudenis Guerra Monzón es uno de los vástagos de Danilo, pero es campesino «de nuevo tipo» de los que ya no usan sombrero sino gorra, y muy apegado al uso de la ciencia y las nuevas técnicas.

Afirma que siempre, su abuelo Rafael y su padre le inculcaron el amor al campo.

«Por eso cuando terminé el técnico medio me embullé y solicité tierra por el decreto 358 para un proyecto de frutales, a fin de seguir la tradición de cultivar la piña.

«Como había necesidad en la provincia de desarrollar los cítricos, muy afectados por virus, entonces planté lima persa, probé suerte y me ha ido bien, pues aunque es un cultivo nuevo en esta finca, me he ido asesorando con especialistas de la Empresa de Cítrico Arimao.

«Aquí tengo tres hectáreas(ha) de lima persa, que entre las atenciones necesarias lleva insecticida, fungicida, poda y atenderlas como si fuera un niño porque es muy susceptible a las enfermedades.

«Además de esos cultivos tengo una hectárea de fruta bomba y una de mamey.

«Los sábados y domingos me ayuda la familia, sobre todo mi esposa Leidy Ibarra y las niñas Jenifer y Ayansy, que disfrutan realizar la poda de las plantaciones», dijo.

Para este año la finca Los Guerra llegará a las 60 ha, en su mayoría de piña de gran calidad y reconocida como la más dulce de la provincia.

Y la familia, que bien puesto tiene el apellido, seguirá con todos sus soldados en la pelea de producir cultivos varios y frutales, con el infinito amor que le inspira la tierra.