Entregan Premio del Barrio a un defensor de la Historia

Justo en el Día de la Cultura Cubana, este 20 de octubre, el coronel Enrique Garcés Montero, doctor en Ciencias Militares, investigador y escritor principalmente de temas históricos, recibió en Guanajay, provincia de Artemisa, el Premio del Barrio, que conceden los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), informó la Agencia Cubana de Noticias.

Garcés Montero, quien ostenta la Réplica del Machete de Máximo Gómez, integra el Ejecutivo Provincial de la Unión de Historiadores de Cuba (Unhic) en Artemisa; fue miembro del Puesto de Dirección del territorio y mensajero en la cuadra durante la pandemia de COVID-19.

Suma casi un centenar de donaciones de sangre, y es acreedor de la Distinción 28 de Septiembre y el Sello Conmemorativo 20 años de Vigilancia Revolucionaria.

Además, dirige el Proyecto de Desarrollo Local: Producción sostenible de cultivos varios en la comunidad Primero de Enero, de Guanajay.

Conoció de letras durante la Campaña de Alfabetización. Solo en esa época llegó la primera escuela a aquel lugar. Quizás su propia vida lo llevó a escribir sobre Historia.

 “Me crie junto a mis padres y seis hermanos, en el caserío Curao Menéndez, a cuatro kilómetros del central Mabay, hoy Arquímedes Colina, en Bayamo.

“Aprendí a leer y a escribir durante la Campaña de Alfabetización, con mis padres, que tenían cuarto grado. Ellos alfabetizaron a mi hermana Rosario y a mí, que éramos los mayores. Años después, con la contribución de padres y alumnos, construimos una escuelita de guano, saco y piso de tierra, donde continuar la primaria. 

“Mi padre contaba que sus abuelos y bisabuelos procedían de África y República Dominicana. Nos hablaba de Céspedes, Gómez, Maceo, Martí, Fidel… Me decía que no pudo estudiar mucho, ‘pero tú vas a poder y tal vez hasta escribas de esas historias…’.

“Con el tiempo, recuerdas lo vivido y esa profecía, y dices: ‘voy a escribir de mi vida y cuanto me rodea, especialmente sobre mi barrio y localidad’. Te vas entusiasmando hasta que forma parte de tus necesidades espirituales.

“Mi primer libro, Recuerdos, recoge principalmente pasajes de la vida familiar y de mi padre, Luis Enrique Garcés, con mi tierra natal como escenario”.

Aquel guajirito que únicamente a los 11 años de edad comenzó el segundo grado, se graduó con Título de Oro en la Escuela de Cadetes y fue alumno integral entre quienes se titularon doctores en Ciencias.

“En casa, por las noches, bajo la tenue luz de un candil, mi madre nos leía páginas de libros que ella escogía. Eso fue despertando en nosotros el afán por la lectura.

“En 1970, ya en la escuela de Camilitos de Holguín, leí a Verne, Salgari y casi todos los libros de aventuras que había en la biblioteca. Luego comencé a estudiar las obras de Martí, Marx y Lenin; me consagré a la carrera militar y la Historia.

“Para graduarme como oficial, egresar de la Academia de las FAR y lograr el título de Doctor en Ciencias Militares, fue decisivo el empeño y haberme enamorado del estudio y la lectura, lo cual me llevó a convertirme en profesor e investigador”.

Hay cierta simbiosis en que Garcés Montero cuenta sobre Historia y la Historia cuenta sobre Garcés Montero, porque nuevamente esta lo enroló en sus páginas como un personaje más.

“En 1975 me gradué de la escuela de cadetes y, en enero de 1976, al enterarme que cumpliría misión internacionalista en Angola, sentí una emoción inmensa.

“Pero tenía que informar a mi familia mediante una carta, la única vía en aquellos tiempos. Durante varias noches escribí lo que consideraba debían conocer: 

“Cuando me llegue el momento de partir hacia cualquier país que lo necesite, me sentiré doblemente satisfecho, porque voy cumplir con el más grande de los deberes: luchar contra el imperialismo donde quiera que esté, como dijo el Che, y porque voy a defender a un pueblo del cual corre por nuestras venas sangre.

“Nuestro padre nos ha contado muchas veces que su abuelo y su bisabuelo, por parte de padre, vinieron de República Dominicana a pelear junto a nuestros mambises; y que su abuela por parte de madre descendía de los esclavos traídos de África…

“Pienso venir pronto y con la victoria en las manos; pero si muero, otros regresarán y ellos también serán sus hijos y hermanos.

“Eso les dije, entre otras cosas. Por aquellos días se combatía duro en Angola. Recibíamos noticias y nos alegrábamos de los triunfos.

“Siento insatisfacción por no haber tenido la oportunidad de participar en acciones combativas. Otros compañeros aportaron mucho más que yo: algunos derramaron su sangre y otros perdieron la vida; son los verdaderos protagonistas de esa historia”.

Hace tiempo Garcés Montero imparte clases en el Centro Universitario Municipal (CUM) de Guanajay. Allí escribe historia de otro modo.

“Trato de enseñar y aprender, tanto de historia como de otros aspectos de la vida. Mis alumnos saben que soy de Mabay, así que les narro pasajes de mi tierra natal, de sus tradiciones, de su cultura, de la vida de mi pueblo…

“Todos hacemos historia, al contribuir a crear condiciones para que el país salga adelante, al preparar a las presentes generaciones para garantizar la continuidad de la obra revolucionaria, con el ejemplo en nuestro actuar dentro y fuera de las aulas.

“Tenemos que divulgar nuestra historia en la comunidad, en cuanto espacio sea posible. Conocerla nos hace más fuertes ideológicamente”.

Garcés Montero ha publicado libros en los cuales aborda a figuras de la talla de Miguel Barnet y Enrique Núñez Rodríguez, otras relevantes del deporte y la educación, hasta un personaje sencillo y ocurrente de Mabay, localidad de la oriental provincia de Granma.

“Me gusta contar la vida y obra de personas humildes, muchas veces héroes anónimos que sirven de ejemplo para otros. He escrito acerca de personas de Mabay y de Artemisa, del vínculo entre sus vidas y la historia local.

“A veces tenemos a nuestro lado a un compañero, vecino o familiar que, aparentemente, no tiene historia; sin embargo, atesora conocimientos, vivencias y aporta testimonios muy valiosos”.

De esa manera descubrió un episodio nunca antes recogido en la voz de su protagonista, y contó sobre El artemiseño que rescató a Fidel.

“A propuesta de mi esposa, Mirta Batlle Sarría, sobrina de Ricardo Santana, me decidí a escribirlo. Ha sido un privilegio que, mediante este trabajo investigativo, se haya podido conocer la vida y obra de Santana, el chofer que, por iniciativa propia, arriesgó su vida en medio de la balacera para rescatar a Fidel.

“También tuve el honor de entrevistar al coronel de la reserva Pastor Valente Hernández Rojas. Gracias a ese libro, los lectores tienen en sus manos la rica historia de un hombre sencillo y honesto, combatiente de la clandestinidad, del Ejército Rebelde, la lucha contra bandidos y en misiones internacionalistas.

“Durante la tiranía de Batista estuvo innumerables veces en peligro de perder la vida; guardó prisión en varias ocasiones y fue torturado por esbirros. Pero jamás delató a sus compañeros de lucha, ni claudicó ante las adversidades. A este fundador del Partido Comunista de Cuba y Huésped ilustre de Guanajay, donde residió por más de 50 años, le agradezco la oportunidad de relatar sus memorias”.

Dicen que la verdadera grandeza camina de la mano de la sencillez. El hombre que ganó la Réplica del Machete de Máximo Gómez y el Premio del Barrio, pese a su grado militar o categorías docentes y científicas, sigue siendo aquel guajirito de Mabay, al que ahora le corre sangre de Granma y de Artemisa por sus venas.

Publicado Por: Radio Progreso

Radio Progreso es la emisora de radio cubana en idioma español. Fundada el 15 de diciembre de 1929, ofrece desde entonces programas musicales y culturales. El eslogan de Radio Progreso es La Onda de la Alegría

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