Hoy 2023 dice adiós, un año marcado por la intentona del vecino del Norte de desestabilizar a la Revolución y entorpecer nuestros planes de desarrollo.
Un año en que hemos demostrado que nada podrá privarnos de nuestra ancestral voluntad de salir adelante y en días como hoy desbordar alegría, visitar a familiares y amigos y dar rienda suelta a los sentimientos, ingeniándonos para tener a mano algo con que brindar, aunque hayamos tenido que exprimir el bolsillo hasta el agotamiento.
En fechas como estas, tratamos de lucir una buena imagen, pues dicen que tal como despides el año te irá en el próximo y para ayudar al futuro, echamos mano a no pocas supersticiones, como eso de tirar agua y en silencio pedir doce deseos, vestirse de rojo para atraer felicidad y amor, o dar una vuelta a la manzana con una maleta, si tenemos en planes realizar algún viaje. En fin, cualquier cosa que le dé un empujoncito a la suerte. Total con probar nada se pierde.
Al finalizar el año se multiplica el cariño y también la nostalgia por los ausentes y por lo no alcanzado, pero sobre todo, se agranda el optimismo.
Por lo pronto, cuando hoy el reloj marque las doce de la noche abracen a quienes le rodean, agradezcan la vida y emprendan la conquista de sus sueños.
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