Quesada opina desde la cumbre del ajedrez en Cuba

Luis Ernesto Quesada movió su caballo hasta la casilla f4 y respiró aliviado. Del otro lado de la mesa el camagüeyano Carlos Daniel Albornoz le estrechó su mano en tono de felicitación, pues el avileño acababa de inscribir su nombre como ganador del Campeonato Nacional Absoluto de Ajedrez de Holguín 2024, luego de 10 intensas jornadas.

Poco después de la primera coronación en estas lides, brindó sus impresiones sobre un torneo celebrado por el Sistema Suizo y que necesitó un segmento extra entre tres jugadores para definir al campeón.

«Este primer título nacional es un sueño que por fin se cumple. Estoy muy contento por la victoria y por la experiencia», expresó primero el jugador de 24 años de edad y Gran Maestro de Ajedrez desde 2018.

Luis Ernesto considera que el resultado es fruto de una estrategia con detalles diferentes con respecto a las anteriores. «Traté en los entrenamientos de cubrir las principales deficiencias de mi juego y también fue muy importante enfrentar en esa fase a los posibles rivales. Eso me funcionó bastante bien en el torneo», agregó.

Otro aspecto que destacó fue la preparación física, «lo que me permitió responder al cansancio y lograr la concentración adecuada durante las partidas más largas».

En cuanto al nivel del certamen, el nuevo monarca expuso que tuvo una alta exigencia y mucha combatividad. «Los cubanos somos muy competitivos y eso complejiza aún más estos torneos, que exigen el máximo rendimiento», destacó.

Elogió el nuevo sistema de la justa, que brinda oportunidades de crecimiento para las jóvenes figuras. «Eso es muy saludable para nuestro ajedrez, abrir las posibilidades para que participen más jugadores con calidad, pero menor experiencia. Celebramos lo conseguido por el espirituano Kemel Gallo, con apenas 17 años de edad, quien gracias a su actuación consiguió el título de maestro internacional», subrayó.

También se refirió a la tensión vivida en la serie de partidas rápidas, en su opinión «mucho más justo que los sistemas de desempates habituales».

«Primera vez que se hace en los campeonatos nacionales y me pareció genial. Más allá de los puntos y las estadísticas, esta forma permite valorar mejor la calidad del jugador. Y no lo digo porque gané. Me parece una buena decisión que debería mantenerse», consideró.

Añadió que «permite mejorar la calidad del ajedrez como espectáculo, aporta emoción porque genera un final de mucha competitividad, algo que agradecen los seguidores de este deporte».

El triunfo en la lid aseguró a Luis Ernesto un puesto en el equipo cubano que en septiembre participará en la Olimpiada de Ajedrez de Budapest 2024. No obstante, aparecía entre los candidatos de fuerza para hacer el grado, dado el nivel que le ha permitido redondear un Elo de 2 mil 560 puntos, el segundo mejor entre quienes representan a la Isla.

Demuestra igualmente una estabilidad, sostenida en el cierre de 2023 con incrementos sucesivos a su coeficiente entre los meses de agosto y noviembre, lo que apuntala sus opciones de incluirse entre los cinco cubanos que animarán el segmento élite del 57 Torneo Internacional de Ajedrez Capablanca in Memóriam 2024, previsto en mayo.

Publicado Por: JIT

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cuatro × uno =