Osmar Estevez Conde: la locución es mi pasión

Conversar con el Licenciado Osmar Estevez Conde, locutor que ejerce en las emisoras nacionales Radio Progreso y Radio Reloj, deviene un verdadero placer para cualquier profesional de la prensa que incursione en el periodismo cultural, ya que mi interlocutor es un excelente comunicador y conversador, además de poseer una cultura general integral, ancha y lejana, como la pampa argentina; conocimientos que le transmite al otro o no yo de forma humilde y sencilla, pero con indiscutible profesionalidad.

Estevez Conde es Licenciado en Educación por la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, de La Habana, miembro de la sección de locución de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y locutor profesional con años de experiencia en el ejercicio de la profesión, percibida por él como fuente nutricia de ética, cultura, humanismo y espiritualidad.

¿Cuáles fueron los factores motivacionales que orientaron su vocación hacia el estudio y el ejercicio profesional de la locución?

Desde pequeño supe mi motivación por el mundo de las letras y la literatura. Sabía que mi camino profesional debía estar relacionado con esas disciplinas o con otras relacionadas con la comunicación. Ya, luego, en mi etapa universitaria decido estudiar Licenciatura en Educación (especialidad Español y Literatura), en la Universidad de Ciencias Pedagógicas «Enrique José Varona» de La Habana. No obstante, ya impartía clases en la enseñanza media y me enamoré de la profesión y de la carrera, aunque desde niño me sentí «atrapado» por la locución. Siempre fue un sueño que quise alcanzar como lo fue llegar a la universidad. Supe que tarde o temprano la locución sería mi profesión definitiva, porque tempranamente sentí un gran amor hacia ella y disfrutaba tanto en radio como en televisión escuchar y ver a esos profesionales de esos medios con tanta maestría y elegancia informar y alegrar al público, y yo decía: eso es a lo que quiero dedicarme. La locución es mi pasión, aunque le confieso que amo también el magisterio y en mi carrera como locutor los conocimientos pedagógicos y didácticos adquiridos en la universidad me han ayudado mucho.

¿Qué representa para usted trabajar en Radio Progreso y en Radio Reloj, emisoras emblemáticas de la centenaria radio cubana?

Un regalo de la vida y un privilegio. Radio Reloj fue mi casa primaria (al igual que la suya), la emisora que me formó y a la cual le agradezco tantas oportunidades profesionales, que me ayudaron a formarme como locutor. Mis primeros sueños y anhelos como locutor los viví en Radio Reloj. Es una emisora que te exige y te hace crecer, te da mucha seguridad y un nivel elevadísimo de interpretación para leer las noticias in vivo y directo, lo cual te ayuda, luego, en otros géneros de la locución que puedas cultivar como parte de tu ejercicio profesional.  

Ahora, Radio Progreso, mi emisora amada, otro sueño cumplido. Una emisora que forma parte de la banda sonora de la vida de muchos cubanos. Formar parte de ese colectivo es un honor, por donde han transitado grandes figuras de la cultura cubana y de mucho más allá de nuestras fronteras geográficas. Agradezco mucho a los directores y colegas de profesión con quienes he trabajado, por todo lo que he aprendido de ellos para mi formación y que me han facilitado responsabilizarme con espacios estelares como la Discoteca Popular, Un día en la historia y A pesar de la hora; espacios incluidos en la parrilla de programación de la Onda de la Alegría que me han dado muchas satisfacciones, tanto en lo profesional como en lo personal, pero sobre todo el amor incondicional de los oyentes que cada día me entregan su afecto, cariño y respeto. ¡Gracias a todos!

Durante las varias décadas que llevo ejerciendo el periodismo cultural en nuestra amada patria, he establecido relaciones profesionales y afectivo-espirituales con figuras «clave» de la locución cubana e iberoamericana y a todas ellas les he formulado la siguiente pregunta: la palabra hablada es arte, ciencia o técnica? ¿Cuál es su opinión al respecto?

Creo que es una mezcla de todas ellas, porque con el decurso de los años cada vez se perfecciona más la formación que reciben los futuros locutores, ya tenemos varios materiales bibliográficos con elementos teórico-conceptuales, metodológicos y prácticos, que son vitales para el estudio de dicha especialidad artística. Además, ya contamos con una serie de conceptos y basamentos teóricos aportados por varios estudiosos de la lengua que justifican muchos de los procesos que se desarrollan en la formación que debe recibir un profesional de la palabra hablada. Todo lo anterior, claro está, se encuentra íntimamente relacionado con el arte, con lo que trae cada quien, desde lo subjetivo, digamos el talento, que le permite poder tener las potencialidades artísticas para emprender ese camino. Por eso, creo que la palabra hablada si la llevamos a la locución artística tiene un porcentaje no despreciable de ciencia y técnica.  

De las anécdotas, experiencias y vivencias que usted ha acumulado durante el tiempo que lleva en el ejercicio de una profesión que, según los grandes maestros de la locución cubana, dignifica a quienes se entregan a ella en cuerpo, mente y espíritu, ¿podría relatar alguna que le haya dejado una huella indeleble en la memoria poética?

Dentro de la locución una de las aristas que más disfruto es ser maestro de ceremonia o locutor en actos y eventos públicos. He tenido la oportunidad de ser convocado a mucho de ellos, pero recuerdo con gran emoción el privilegio de haber hecho locución en el acto inaugural del Memorial de la Denuncia. Esa institución histórica y emblemática de la Revolución Cubana, convertida en un museo digital que se dedicaría a no olvidar a historia, y sobre todo, a evocar los hechos de terrorismo perpetrados contra el pueblo de Varela, Martí y Fidel. Fue una gran oportunidad para mí, se logró materializar un actocaracterizado por el patriotismo, donde asistieron grandes dirigentes del Estado cubano, entre otras personalidades, con quienes tuve la oportunidad de departir. Ese hecho en mi carrera lo recuerdo con mucho cariño.

¿Se ha enfrentado alguna vez a los micrófonos en la televisión? ¿Le agradaría incursionar como locutor en ese medio audiovisual?

Recientemente, estoy teniendo esa experiencia. Mi acercamiento a la pantalla chica había sido solo poniéndole voz a determinados espacios, aunque debo decir que llevo más de 2 años como voz promocional del Canal Clave; una oportunidad que disfruto mucho y me hace muy feliz. Pero, ahora, sí tengo la oportunidad en cámara, porque estoy presentando noticias en CubaVisión Internacional en dos noticieros: los sábados a las 2:00 y a las 6:00 pm. Un gran reto para mí, ya que mi zona de confort siempre ha sido la radio y la pequeña pantalla tiene otro lenguaje, otros códigos, y ahí sí entra a jugar la imagen con todo lo que ello entraña. Estoy disfrutando esa nueva meta, y, sobre todo, aprendiendo mucho de un medio «mágico», que te enamora. Aunque si le digo, mi amor a la radio es incondicional […], sin ella no puedo vivir.

¿Algo que desee agregar para que no se le quede nada en el tintero?

El respeto y el amor hacia la profesión es fundamental. El que quiera dedicarse a la locución tiene que percibirla como un apostolado, dedicarle alma, corazón y vida para cada día ser mejores. Ser receptivo ante las críticas y señalamientos, ya que ellos nos hacen crecer. Por último, pido respeto hacia la profesión, preservarla y cuidarla. Que las nuevas tendencias de la modernidad no hagan perder la esencia de lo que es un locutor integral y su razón de ser. Debemos seguir enalteciendo nuestra Cátedra de Locución, que es referente en todo el orbe. La locución cubana merece todo nuestro cariño, afecto y respeto.

Publicado Por: Jesús Dueñas Becerra

Jesús Dueñas Becerra. Ejerce como colaborador la crítica artístico-literaria y el periodismo cultural en varios medios nacionales de prensa, en especial, en la emisora de la familia cubana: Radio Progreso. Su actividad fundamental es la crítica de danza y cinematográfica, así como las artes escénicas y las artes plásticas.

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