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Vamos por más; aquí nadie se va a rendir, afirmó el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez al finalizar la visita gubernamental a Ciego de Ávila, la cual deja clara pauta para quienes encabezan funciones de dirección en los procesos de la vida económica y social de la provincia.
Tras dos jornadas de contacto con cuadros, trabajadores y el pueblo, convocó a que cada día «sea un día de combate, para no tener días perdidos, sino días encontrados, de aporte y de creación revolucionaria».
El Jefe de Estado hizo una necesaria referencia al contexto internacional y a cómo el país siente cada vez más el recrudecimiento del bloqueo económico estadounidense contra el país, y reiteró que la labor política e ideológica es básica, no como asunto exclusivo del Partido, sino como asunto medular para las instancias de gobierno y del ámbito empresarial. Llamó a que las entidades administrativas y gubernamentales, más que cumplir formalmente tareas, se dediquen a enfocar con creatividad todo lo que se hace en vínculo con la población, sin dejar espacio a la superficialidad y a fenómenos tan nocivos como el inmovilismo, la chapucería y el descontrol.
Exigió continuar con las medidas puestas en práctica desde octubre, que han permitido enfrentar con éxito la contingencia energética, y orientó el trabajo con los cuadros de dirección, evaluando quiénes se hallan en mejores condiciones de asumir responsabilidades superiores.
Fuerte en agricultura, urgida de rescatar su protagonismo azucarero, con una industria sólida en producciones como las de tubos de polietileno de alta densidad, conocida por su turismo; pero lejos aún de lo que puede exportar o del vuelco que requieren sus indicadores de salud, Ciego de Ávila toma las observaciones de la visita y, en particular, las sugerencias para andar mejor, en contacto directo con sus trabajadores y el pueblo.
