Aeropuertos cubanos amanecieron el 15 de abril de 1961 bajo el bombardeo de aviones B-26 de fabricación norteamericana. De manera simultánea las bases Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños, en La Habana; y la Antonio Maceo, en Santiago de Cuba, recibían el impacto de la metralla de aeronaves camufladas con insignias cubanas que cumplían órdenes estrictas de destruir los pocos recursos que disponíamos para la defensa del país.

