A Ñico Rojas, con amor a sus 100 años

Este martes tres de agosto el habanero José Antonio Rojas, el inolvidable Ñico Rojas, hubiera cumplido 100 años. Ingeniero civil de profesión, y músico de corazón, ha quedado su legado en la mayor de las Antillas, entre las dos  profesiones para bien de todos y con todos como dijera nuestro José Martí.

Poco se habla de su labor en la ingeniería hidráulica, donde tanto hizo en carreteras y acueductos en las provincias de Matanzas y La Habana, y es que Rojas fue en vida de esos ejemplos a seguir de entrega al trabajo, así como talento innato para resolver soluciones que han quedado como paradigmas en su ejercicio profesional.

Recuerdo ahora con orgullo un testimonio de un colega del autor de la obra musical Mi Ayer, el también ingeniero Rafael Feitó Olivera, presidente de la Sociedad Nacional de Ingenieros Hidráulicos de la UNAICC, quien me dijo que Rojas fue  por encima de todo un profesional de éxito, en la especialidad de Ingeniería Hidráulica, actividad a la que dedicó gran parte de su vida laboral, a pesar de que, por estudios universitarios, era Ingeniero Civil. Su actuación profesional estuvo dirigida, fundamentalmente a la actividad de acueducto, desempeñando un meritorio trabajo en Matanzas, donde dio un gran aporte a la proyección y construcción del Acueducto de Matanzas.

En 1969 comienza un meritorio trabajo en La Habana, afirmó Feitó,  destacándose por su participación activa en las actividades propias de la Sociedad de Ingeniería Hidráulica, de la UNAICC, razón por la cual, fue reconocido como Profesional de Alto Nivel (PAN) en 1999, y Premio a la Vida y Obra Nacional en el 2000. En su trayectoria profesional proyectó y/o participó en más de 100 obras hidráulicas de diferentes complejidades, tanto en Matanzas como en La Habana, concluyó.

A este cronista se le queda en el tintero que Ñico Rojas fue uno de los grandes exponentes del llamado filin, en nuestro “verde caimán”, como decía el poeta nacional Nicolás Guillén. Por ejemplo, para mostrar su intensidad en la historia de la música cubana, su canción Mi ayer, es sin duda, el mayor exponente de su popularidad entre sus coterráneos dentro y fuera de nuestra nación revolucionaria.

Los que lo tuvieron la dicha de conocerlo, saben como la especialista Ivón Peñalver, autora de un libro que lleva su nombre, que este cubano siempre estaba unido  de manera inseparable a su guitarra, la cual aprendió a tocar de forma autodidacta, y que le permitió unir poesía y música en canciones como Soy un hombre feliz, Ahora sí sé que te quiero, Sé consciente, sino también en una valiosa obra instrumental como Guajira a mi madre.

Otra singularidad de esta personalidad de la cultura fue su sencillez que fue admirada siempre por la talla de artistas como Bola de Nieve, Frank Emilio, Benny Moré, Gonzalo Roig, Elena Burke, César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Adolfo Guzmán,  el autor de Canción de Estudio también ganaría el respeto del chileno Lucho Gatica y del trompetista estadounidense Wynton Marsalis.

Para suerte de todos dejó para la historia obras en los más disímiles géneros como el bolero, la canción, la guajira, el son, el mambo y hasta el Chachachá.

Por eso en honor a su cumpleaños 100, le propongo recordarlo con  este tema Mi Ayer, que es todo un clásico y que ha estado en el repertorio de tantos como Pepe Reyes, Orlando Vallejo, Miguelito Valdés Elena Burke, Omara Portuondo, Argelia Fragoso, Esther Borja,  Lino Borges, entre otros.

Publicado Por: Teodoro Herrera Acosta

Graduado de Licenciatura en Periodismo en 1981 en la Universidad de La Habana ha trabajado en los periódicos 26, de la provinica de Las Tunas; La Demajagua, de la provincia Granma, en Prensa Latina, así como en las emisoras de Radio Reloj, Radio Cadena Habana, Radio Metropolitana, Habana Radio y actualmente es el Jefe Editor del Sitio Web de Radio Progreso.

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