Otro de los grandes de las artes escénicas ha dicho adiós para siempre: Juan Julio Alfonso, a quien tuve la dicha de conocer y dialogar con él. Reacio a las entrevistas este artista fue memorable por su carrera en la radio, la televisión, el teatro y el cine.
Al conmemorarse el aniversario 90 del natalicio del escritor Alberto Luberta, pues me dejó tirarle una foto frente a los micrófonos de su querida Radio Progreso, donde había dejado a través de su talento y voz innumerables personajes lo mismo en radionovelas, cuentos, teatros, pero sin lugar a dudas su renombre en la emisora de la familia cubana fue el programa Alegrías de Sobremesa con personajes que nacieron sólo para él: Lisandrito, Tío Neno, Jujulito, Porfirio Regalado, Narciso y otros tantos.
También vale resaltar su paso en el cine, donde fulgura una serie de animados de Elpidio Valdés, y su desdoblamiento en personajes inverosímiles desde un animal hasta un rebelde. Ejemplos sobran, me vienen a la mente las imágenes de Apis. La abeja que quería ser guerrera (2005); y La fiesta de los bravos (2007), por solo citar dos ejemplos.
Otro momento de su trayectoria artística fue en la hermana emisora de Radio Arte.
Asimismo, este cubano caló en espacios notables de la televisión entre los que sobresalieron los programas humorísticos, dramatizados y de orientación social, pero queda en la memoria social su participación en el programa costumbrista «Si no fuera por Mamá», al lado de Martha del Río, junto a otros consagrados artistas.
El afecto de este cronista se remonta a sus presentaciones en las pequeñas salas de teatro cuando hacia obras que llenaban con su carisma en roles dramáticos, espacio que enfrentaba con igual cotidianeidad que el éter radial, por eso fue reconocido con varios premios y distinciones profesionales entre ellos el Micrófono de la Radio, Artista de Mérito del ICRT, el Sello Aniversario 85 de la Radio Cubana y el Premio ACTUAR por la Obra de la Vida.
Desde el sentimiento y la admiración, no importa que hayan pasado los días, estas palabras que encierran un apretón de manos con simpatía del último encuentro.