La Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó hoy el proyecto de Ley del Código de las Familias y someterlo a consulta popular desde el primero de febrero hasta el 30 de abril de 2022.
En presencia de Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, parlamentarios e invitados a la VIII sesión ordinaria del órgano supremo del poder del Estado, en su IX Legislatura, respaldaron este texto, fruto de un intenso trabajo y aportes de juristas, instituciones y organismos, de diputados y delegados y de la propia población.
Oscar Silvera Martínez, ministro de Justicia, al presentar la propuesta de documento, señaló que este es expresión del papel que el Estado le atribuye a la familia y de la necesidad de adecuar la legislación vigente a la realidad cubana.
El proyecto, afirmó, es coherente con la Constitución de la República, optimiza principios, consagra valores y posee un carácter inclusivo y respetuoso de los tratados internacionales.
Además, fortalece la responsabilidad familiar; actualiza y perfecciona las instituciones jurídico familiares; potencia la igualdad de género; salvaguarda el interés superior de niñas, niños y adolescentes; protege a la juventud, adultos mayores y personas con discapacidad.
Silvera Martínez añadió que el proyecto protege todas las expresiones de la diversidad familiar y el derecho de cada persona a crearr una familia en coherencia con la Carta Magna y sus principios de igualdad, no discriminación y dignidad humana.
Asimismo, fortalece la responsabilidad familiar desde el punto de vista emocional, educacional, formativo y económico en la atención a sus miembros; el papel de los tribunales ante los litigios familiares; las competencias de la Fiscalía, la presencia de estos asuntos en el ámbito notarial y la responsabilidad del Ministerio de Justicia en la defensa y protección de las personas en situación de vulnerabilidad en el ámbito familiar.
El titular expresó que esta propuesta no establece un modelo de familias sino que reconoce la pluralidad familiar, constituye una conquista democrática, resultado de la participación de todas y todos en la construcción de una ley moderna, inclusiva y respetuosa.
Yolanda Ferrer Gómez, diputada por el municipio de Pinar del Río, se refirió a los aportes de Vilma Espín, eterna presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, a los preceptos recogidos en este proyecto, el cual a su juicio resulta un homenaje a su memoria.
Destacó que Vilma consagró su vida a hacer realidad el postulado martiano del mejoramiento humano; puso la mirada en la familia, la cual es espejo de la sociedad; abogó por la igualdad social entre las mujeres y hombres; marcó pautas sobre los derechos sexuales y reproductivos, el enfrentamiento a la violencia, la protección a las personas vulnerables y los adultos mayores.
Ofelia Miriam Ortega, pastora de la Iglesia Presbiteriana, profesora de Ética y Género del Seminario Evangélico de Teología de Matanzas, agradeció el debate abierto en torno al Código con diferentes instituciones religiosas, como reflejo de la unidad del pueblo cubano en su diversidad.
El valor justicia en el proyecto está unido al amor, y juntos generan una vida plena impregnada de la búsqueda del bien común, aseveró, añadiendo que los cambios que esperan aprobar incluyen no sólo relaciones de igualdad sino de equidad entre los miembros de las familias.
Su aprobación no suprimirá de inmediato los aspectos culturales que han influido en dimensiones patriarcales que afectan a la sociedad cubana, debemos ayudar a inculcar esos valores, significó la también miembro de la comisión redactora del texto.
Este código, dijo, es una plataforma avanzada con el marco jurídico adecuado que nos lleva hacia el futuro para perfeccionarnos.
Arelys Santana Bello, diputada por el municipio de La Habana del Este, expresó que la Comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de Derechos de la Mujer lo hace suyo, y reiteró la confianza en que durante la consulta popular el pueblo hará ricos aportes.
Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual, advirtió que el respeto a la dignidad plena de las personas y la interpretación de los principios de igualdad requiere de un proceso de diálogo vinculado al desarrollo científico y la construcción de consensos, y que el proyecto del Código es la expresión de la madurez alcanzada por la Revolución en la implementación de su agenda de justicia social.
Este texto, comentó, viene a brindar más justicia y equidad, a reforzar la esencia del socialismo cubano cuando coloca a las familias en el centro, y refleja con exactitud la sentencia del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz cuando apuntó que la Revolución es “cambiar todo lo que debe ser cambiado”; en este caso, agregó, cambiar aquello que genera dolor, insatisfacciones y violencia.
Estamos ante un Código que amplía las garantías de los derechos a todas las personas sin distinción alguna, no condena ni impone modelos y contribuye a la erosión del patriarcado como dispositivo de opresión y discriminación, subrayó Castro Espín.
La diputada realizó un llamado al pueblo a defender el proyecto con argumentos sólidos y con participación consciente, e indicó que el documento sitúa a Cuba en la vanguardia internacional en materia de derechos de las familias.
El destacado intelectual Miguel Barnet Lanza resaltó el hecho de que el Código se lleve a referendo, muestra de que vivimos en una democracia participativa, y agregó que lo apoya porque aboga por el más noble de los sentimientos: el amor.
“No siempre la sangre garantiza la convivencia pacífica entre las personas”,reflexionó, a la vez que instó a saltar de la edad de piedra a la modernidad, a romper barreras y superar prejuicios.
Reina de la Caridad Torres Pérez, diputada por la provincia de Ciego de Ávila, expresó que este es un texto que se parece a Cuba y está diseñado sobre la base de la realidad nacional y no será solo para ahora sino para el futuro, por su dialéctica y valores.
Agregó que requiere una mirada profunda y objetiva que permita romper con dogmas mentales y mitos, y que la población debe estar clara de que no se trata del Código del matrimonio sino de la protección de los derechos que tenemos como seres humanos, sustentados en el amor, el afecto y el humanismo.
Con él estaremos en mejores condiciones de ir modificando los entronizados criterios de sociedad machista y el patriarcado que persisten, y de avanzar hacia la equidad que defiende y enarbola el socialismo, sentenció.
El parlamentario Alberto González Suárez planteó sus dudas con el artículo 149 sobre la organización de la guarda y cuidado compartida, a lo que Silvera Martínez respondió que lo que ofrece el documento son variables para decidir en cada caso lo mejor para la familia y entre ello lo mejor para niños, niñas y adolescentes.
El ministro de Justicia señaló que los hijos pertenecen a quienes tienen la relación parental y de eso se trata lo que se propone en este texto, el cual propicia un cambio cultural y da herramientas a los miembros de la familia para también en esa institución buscar las mejores maneras.
La consulta popular del proyecto del Código de las Familias se efectuará en los meses de febrero, marzo y abril próximos, y previamente, en enero, se capacitará a las autoridades electorales de circunscripción, comisiones especiales y grupos de procesamiento de la información.
Para este proceso democrático se determinaron 78 mil 110 puntos de reuniones en las comunidades, a las cuales asistirán juristas, y cada elector tendrá derecho a llevar sus criterios, ya sea para proponer modificaciones, adiciones, eliminaciones o plantear sus dudas.
Se estima entregar las propuestas al Parlamento cubano en mayo, para su procesamiento y consolidación.
Desde el primer día de actividades previas al VIII periodo de sesiones de la ANPP, los diputados ofrecieron sus criterios sobre el proyecto del Código de las Familias en su versión 23, y Díaz-Canel destacó el quehacer de quienes lo elaboraron y ratificó que en él se reflejan las vivencias de la población cubana y la realidad del país.
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