El popular vocalista José Antonio Tenreiro Gómez (1920-2000), universalmente conocido como «Tito» Gómez, fue considerado —en su época— uno de los más grandes improvisadores en la mayor isla de las Antillas.
«Pepe», como era conocido en el seno familiar, nació en la Ciudad de las Columnas hace exactamente 104 años. El padre fue un comerciante español. Con solo 12 años de edad, cantaba en tertulias familiares y en círculos de amigos melodías procedentes del repertorio lírico (incluidas páginas de los maestros Ernesto Lecuona y Rodrigo Prats)
En 1937, interpretó —del maestro Julio Brito— la canción Cuando te acuerdes de mí, y resultó ganador en La Corte Suprema del Arte, estelar espacio de la CMQ Radio, que tantos talentos descubrieran y lanzaran al ruedo en esa época socio-histórica.
Con diecinueve años y concluido el primer año de medicina, le proponen cantar como profesional con la orquesta Sevilla Biltmore. Su familia se opone a tal proyecto, pero el hermano le hace comprender que debe intentarlo, y es así que el padre, no obstante las reservas que mantenía al respecto, accede para convertirse —posteriormente— en su más fiel admirador.
En 1939, comenzó a cantar profesionalmente con la orquesta Sevilla Biltmore en el Casino Deportivo, pero a solicitud de la dirección del Hotel Nacional, que apreció su interpretación, se traslada a trabajar allí, donde cantaba boleros, contagiosas guarachas y congas. Con esa agrupación entra, por primera vez, en un estudio para grabar un disco en que aparecerá identificado ya con el nombre artístico de Tito Gómez.
En 1942, ingresa en la Orquesta Riverside. Comparte dos trabajos, con la Riverside en el cabaret Montmatre, y a la vez, se mantiene en el Hotel Nacional. Casi enseguida llega la experiencia internacional. Con el permiso del Hotel Nacional, y a través de la agencia del propio hotel, va a trabajar a uno de la misma cadena en Perú por espacio de seis meses, y obtiene considerables resultados, tanto desde el punto de vista artístico como económico.
Con la orquesta Riverside recorre Puerto Rico, Curazao, Nueva York, Argentina, Brasil, Uruguay y Perú, donde conquista las simpatías del público y de la crítica en sus memorables presentaciones. Aunque ya era conocido en otros países, su popularidad en el archipiélago cubano comienza a través de las transmisiones de la RHC Cadena Azul del Sr. Amado Trinidad, quien se enamoró de la forma en que Tito cantaba, y formó una agrupación musical para que lo acompañara. Era un programa al mediodía, exactamente a las 12:00 m: El Show de la Radio Cadena Azul.
Su gran éxito fue Vereda tropical, que grabó en 1950 —por vez primera— acompañado por la Orquesta Riverside, cuando ya ese tema —del maestro Gonzalo Curiel— le había dado la vuelta al mundo en las voces de los ilustres vocalistas Toña la Negra, Juan Arvizu y Pedro Vargas. Con ese tema, emprende un vertiginoso ascenso en su carrera como cantante.
Ya para los años cincuenta de la anterior centuria sus triunfos se suceden y sus presentaciones en bailes, cabarets, la Radio y la Televisión, se convierten en éxitos del pentagrama inmediatamente.
A mediados de la década de los setenta de la anterior centuria, Tito se incorpora a la orquesta Jorrín, con la dirección del maestro Enrique Jorrín (1926-1987), creador del ritmo cha, cha, cha, con la que continúa su gran cadena de éxitos. Entre ellos, un tema de la compositora Lolita de la Colina Que te vaya bien.
En 1978, durante la guerra en Angola, se presentó ante una multitud de jóvenes voluntarios internacionalistas cubanos en el anfiteatro del regimiento aéreo de Luanda, fue mimado y aclamado por el público. Lo acompañó el maestro Enrique Jorrín. Aquellos bisoños combatientes heredaron de sus progenitores el culto al eminente artista cubano… ciento por ciento.
Sus interpretaciones continuaron radiándose y televisándose con el mismo éxito y preferencia popular de varias generaciones durante toda la vida.
«Tito» Gómez se retiró con más de 55 años de vida artística, pero era reclamado constantemente por las emisoras de radio y televisión hasta su lamentable deceso, acaecido hace 24 años, ya que continuaba manteniendo el mismo timbre de voz, la misma sonoridad, brillantez, y sobre todo, una excelente afinación.
¡Gloria eterna al alma noble y buena de «Tito» Gómez, voz de oro de la música popular cubana!
Like (0)