La Oficina Nacional de Estadísticas e Información publicó recientemente la Encuesta Nacional de Envejecimiento de la Población correspondiente a 2017 en la que se evidencia el importante rol de las personas mayores de 50 años en los cuidados familiares y el mantenimiento del hogar.
El estudio, realizado entre noviembre del 2017 y enero del 2018, muestra que cerca del 80 por ciento de la población en estudio con sus ingresos cubre totalmente o en parte los gastos relacionados con los servicios de la vivienda como electricidad, gas, teléfono y agua, así como los gastos relacionados con medicamentos y alimentación.
La protección social entre los de 60 años y más es elevada, el 68,5 por ciento de ellos recibe pensiones a través de los regímenes de seguridad y asistencia social que tiene carácter universal.
Los hombres como tendencia se reincorporan más una vez jubilados y laboran hasta edades más avanzadas. Las dos razones que prevalecen en la participación económica fuera de la edad laboral tanto para hombres como para mujeres son en primer lugar sentirse útil y capaz, seguido de razones económicas.
No obstante, el estudio, que abarcó las 15 provincias del país, refleja que debido a la insuficiencia de ingresos no pueden permitirse por razones económicas adquirir/arreglar la vivienda, realizar vacaciones, viajes o excursiones y ayudar a hijos/familiares y visitar a aquellos que viven lejos.
Ello explica—dicen los autores de la encuesta– que al llegar a los 60 años apenas el 13,3 por ciento de todas las personas de 60 y más inicien nuevos proyectos de vida y la mayoría se mantiene en las actividades habituales donde gran peso tienen las tareas no remuneradas de trabajo doméstico en el hogar y la provisión de cuidado a personas dependientes de la familia.
Al respecto el estudio apunta que el 26,3 por ciento de las mujeres encuestadas dejaron de estar vinculadas laboralmente por una causa diferente a la jubilación para proveer cuidados a la familia.
La investigación concluyó que además de las labores domésticas cotidianas, las actividades de ocio y esparcimiento que más frecuencia realizan las personas mayores son aquellas que no implican vínculos con otras personas como ‘Ver la televisión, oír radio y escuchar música’ y en menor medida la lectura y ‘descansar sin hacer nada’.
La encuesta señala que cuatro de cada diez personas de 60 y más ya hacen uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs), lo que resulta un medio alternativo para la autonomía en el manejo de los recursos financieros, para la utilización del tiempo libre, así como para la comunicación con familiares y amigos.
Respecto a las características de la vivienda y la convivencia, el estudio señala que la forma de residencia más generalizada entre las personas mayores (60 y más) es en compañía de otras personas, ya sea de su edad o de otras generaciones y el 50,6 por ciento del total vive con al menos uno de sus hijos.
Independientemente de los problemas constructivos, del tipo de organización para la residencia -solo o en compañía de otros-, las personas de 60 años y más en su gran mayoría (cercana al 80%) valoran muy positivamente su espacio residencial y la manera como éste satisface sus principales necesidades de espacio y de acceso al equipamiento disponible de acuerdo a derechos elementales que les asiste.
Los autores de la investigación subrayan que existe una baja prevalencia de maltrato hacia las personas de 60 años y más en su entorno residencial, quienes en su gran mayoría (89%) no reconocen haber experimentado ninguna situación de comportamientos irrespetuosos, rechazo, agresiones físicas o verbales, negación o abandono de quienes deben cuidarlos, negligencia en la administración de medicamentos o de implementos auxiliares necesarios.
Más del 50 por ciento de las personas que ofrecen ayuda a adultos mayores con restricciones son hijos o hijastros, aunque también es significativa la presencia de nietos, cónyuges y otros familiares, lo que a juicio de los investigadores evidencia la importancia en la sociedad cubana de los cuidados familiares.
Como promedio cada persona de 60 años y más con al menos una limitación recibe 10,2 horas diarias de ayuda, si se trata del grupo de 60-74 años, entonces recibe 9,8 horas diarias en promedio, y si pertenece al grupo de los más mayores el promedio es ligeramente mayor (10,4 horas diarias).
La hipertensión arterial y problemas con el sistema musco esquelético constituyen las enfermedades crónicas que más afectan a la población mayor del país que participó en la encuesta aunque alrededor del 73 por ciento hace ejercicios relacionados con: caminar; hacer gimnasia suave o fuerte; subir o bajar escaleras; limpiar la casa, el jardín, el auto o algunas labores de campo.
Los investigadores anunciaron que los resultados de esta encuesta se prevé constituyan la línea de base para un estudio longitudinal de los personas mayores y muy mayores en Cuba, primero de su tipo en el país, lo cual posibilitaría seguir a la población de la muestra en años venideros, y con ello estudiar los cambios que ocurren en las diferentes dimensiones a medida que envejecen los individuos.
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